Entre estrellas

A la Virgen, un collar y al niño Dios, un anillo, Platerillo no te los podré pagar, ¡Si yo no quiero dinero! ¿Y entonces qué? di.

Besar al niño es lo que quiero.

Besa, sí...

(El Platero. Rafael Alberti)
Todavía recuerdo el día que su luz comenzó a iluminarme, todavía los recuerdo pequeños, casi transparentes, desvalidos, dulces como dulce es desde entonces su presencia en mi vida.

Recuerdo los meses que siguieron a su llegada, las largas noches en vela, la incertidumbre, el amor que me dieron y cada día me siguen ofreciendo. Recuerdo sus juegos infantiles, su despertar a la vida y la vida despertando en ellos, la sonrisa en sus rostros y la que me regalan cada mañana, el atardecer a su lado y la llegada de la noche.

Recuerdo y sonrío al recordar sus primeras palabras, sus pasos primeros llenos de dudas, sus carreras, miradas inocentes, sus caricias en un corazón entregado desde mucho antes, y para siempre desde entonces.

Recuerdo y me acompaña el primer día que pronunciaron mi nombre, las veces que lo han hecho desde entonces, sus mañanas y sus miedos, sus preguntas, sus tardes, todas sus horas.

Recuerdo y al hacerlo están en mí, en mi despertar, mi amanecer y mis noches, están en mis esperas, en mis certezas, en mis inseguridades y cuando más seguro me siento, están en mis sueños imposibles y en los que hacen posibles a su lado.

Recuerdo y son, y siendo están siempre a mi lado, me llevan con ellos, viajan en lo mejor de mí, forman parte de mi interior y de lo que mi exterior refleja, me corrigen y mejoran, sonríen y al hacerlo alegran mi tristeza, lloro y río con ellos, a su lado; hacen dulce el amargor de mis noches, me aplacan, ponen freno a mis delirios, les pienso, me entretienen y suavizan. Recuerdo y los siento azúcar, dulzura y miel, la alegría de mi refugio y el refugio de mi tristeza, el hogar en el que me aguardan y al que regreso, las estrellas que alumbran mis peores momentos. Recuerdo, vivo y sueño por ellos, pienso en ellos, para ellos. Son mi parte y mi todo, permanecen, crecen cada día y me hacen crecer a su lado.

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