La Festa do Pulpo de O Carballiño bate su récord de público y raciones

photo_camera Unas 100.000 personas pasaron por O Carballiño para disfrutar de la Festa do Pulpo.
La organización registró más de 100.000 visitantes y 78.000 kilos de cefalópodo consumidos

Carballiño volvió a convertirse ayer en referente mundial de los eventos gastronómicos, con una Festa do Pulpo que superó las expectativas de afluencia y mejoró los datos obtenidos en la última celebración, en 2019, antes de que la pandemia obligara a suprimir este tipo de actividades. Ya desde primeras horas del día, el movimiento de personas y de vehículos desde el casco urbano hasta el Parque municipal fue constante, colapsando por momentos la circulación. Así, la organización cifró en más de 100.000 personas las que acudieron durante todo el fin de semana a la villa y que degustaron unas 160.000 raciones del cefalópodo, que corresponden a 78.000 kilos distribuidos por las 60 pulpeiras de Arcos, repartidas entre el casco urbano y el Parque, epicentro de un festejo que llegó a su 60ª edición y estrenando su distintivo de Interés Turístico Internacional.

Una catalogación que confirma el poder de atracción que este evento genera más allá de nuestras fronteras. Un manjar, el pulpo, cuyas ventajas destacó Miguel Santalices, médico y presidente del Parlamento de Galicia. “É bó para o corazón porque non ten colesterol, prevén de certos cancros e é un bó antídoto para os estados de desánimo, sobre todo porque estamos a saír da pandemia”, apuntó.

Una situación crítica a la que también hizo referencia el conselleiro de Sanidade, Julio García, que alabó “a colaboración do alcalde e o comportamento dos veciños durante o periodo de medidas restrictivas no que chamamos o Modelo Carballiño, que finalmente funcionou”. Por su parte, el regidor carballiñés, Francisco Fumega, agradeció el apoyo tanto del Gobierno central como de la Xunta para conseguir la “internacionalidad turística” del evento, así como “o traballo desenvolto polas anteriores Corporacións locais nese sentido”.

Las autoridades se dirigieron finalmente al recinto oficial de comidas, donde este año se redujo el aforo de 1.200 a 800 comensales, con un menú de “pulpo á feira” y carne “ó caldeiro”, empanada, pan de Cea, vino a cargo de la bodega Pazo Tizón, agua, refrescos, postre, café y queimada. En el centro de la villa, los restaurantes no dieron abasto ante la afluencia de público y muchos visitantes tuvieron que esperar turno para poder comer.

Una dotación de 150 efectivos estuvo encargada de la seguridad

Las peñas, con sus camisetas distintivas del concurso del pasado sábado, se dejaron ver por el Parque municipal, donde, además de los puestos de pulpo y los restaurantes ambulantes, también hubo un espacio reservado en formato pub-discoteca para las primeras o las últimas copas del día y los refrescos para la resaca. Los miles de personas que se acercaron hasta el paraje natural tuvieron la oportunidad de comprar algún recuerdo o artículo textil en el centenar de tiendas ambulantes distribuidas a lo largo de la avenida de Vigo, o bailar al son de los grupos folclóricos Terras do Arenteiro, Plan B y Odaiko.

La animación musical no faltó en el casco urbano, con las charangas Europa, CLK y Doctor Anchoa. A pesar de la gran concentración de personas, no hubo que lamentar ningún tipo de incidente grave, y una dotación de 150 efectivos de emergencias y seguridad se encargaron de la vigilancia.

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