Como cada 26 de mes, la zona del río Barbaña se llenó este lunes de personas en la búsqueda de gangas en la última feria de agosto. Los ourensanos se mezclaron con turistas, quienes aprovecharon para pasar la mañana entre las mejores ofertas.
La ropa es el principal atractivo de la feria, que encuentra cambios en la concurrencia de público durante el verano. "Depende mucho del mes; en este mucha gente se va a la playa y hay menos compradores, en el Puente del 15 no hubo mucha afluencia", explicó María José Pérez desde su puesto de venta de ropa para personas mayores. Ante la huida por vacaciones de los ourensanos, personas llegadas de otros lugares se interesan por el mercadillo. "Hay mucho turista en verano que viene a ver lo qué hay", comenta Gustavo Pérez. Aunque este público es diferente al del resto del año, su objetivo no es gastar, es hacer turismo por el mercado. "Vienen a mirar y poco compran", añade María José.
Los dueños de los puestos comparten opiniones similares a la de María José, como es el caso de Marisol Ogando: "Pódese notar algo máis de xente, pero principalmente son turistas os que veñen neste mes". Tanto Marisol como María José venden ropa dirigida a personas mayores, diferenciándose de mucho de los otros puestos que siguen tendencias para jóvenes. "Vendo moitas batas e tamén a roupa interior clásica", confirmó Marisol.
Entre los turistas de este lunes en el Barbaña se hallaban Marilín Malavé y Miguel de la Salud. Ambos percibieron el gentío y decidieron ver qué había. "Buscamos cosas entre las ofertas, puede que nos interese llevarnos algo a buen precio", respondió Marilín. Por otro lado, Miguel exprimió la visita a un familiar para dar una vuelta: "Si algo me interesa o está a buen precio, lo compraré".
La mañana de este lunes transcurrió animada, favorecida por el buen tiempo. Ni frío ni calor. De hecho, algunos de los habituales confiesan que se acercan por costumbre.
Junto a un puesto de calzado, en el que un vendedor atraía a sus clientes a grito de "la que traiga el pie, puede probar", se encontraba Montse Gómez. "Una vez al mes igual vengo, salgo a pasear y si cae algo, mejor", señaló y destacó otra utilidad de acercarte a él para hacer un poco de vida social. "Siempre ves a algún conocido y hablas con él", comentó Montse.
Vivir en los alrededores es un punto a favor para salir de casa y picar algo en las ferias de cada mes, como es el caso de Mari Luz Iglesias. "Teño a miña casa moi cerca e veño moitas veces, sempre picas algo aínda que non faga falta", explicó. Pero esta cita también atrae a personas de otras localidades como Carmen Laya: "Veño ás veces cando podo dende A Peroxa, aquí todo é máis barato", apuntó.
