VACACIONES EN EL MIñO (16 DE AGOSTO)

Modernismo a gogó en la ciudad

Ourense. 15-08-2015. Casa de los Taboada en Ourense, para Cristina Carro. José Paz
photo_camera Fachadas principales de la casa Taboaday

No sé qué pasa que, últimamente, cada vez que me fijo en un edificio porque me parece bonito, va y es de Vázquez-Gulías.

Parada con pincho 

Modernismo a gogó en la ciudad

Ourense. 15-08-2015. Casa de los Taboada en Ourense, para Cristina Carro. José PazNo sé qué pasa que, últimamente, cada vez que me fijo en un edificio porque me parece bonito, va y es de Vázquez-Gulías. Como yo solo sé cosas que tengan que ver con las letras y de lo demás no sé casi nada, no conocía a este señor hasta que les recomendé ir a ver el colegio Howgarts de Magia y Hechicería de Ourense (también conocido como Santo Ángel) y gugleando el edificio me encontré con el arquitecto. 


He leído por ahí que Urbanismo (o alguna otra entidad siempre al servicio de los ciudadanos y jamás de su propio enriquecimiento o comodidad) estaba trabajando en una ruta que muestre todos los edificios del arquitecto, pero como también hace años que el AVE iba a llegar a Galicia y aquí seguimos, he decidido hacer una mini ruta yo sola y compartirla con ustedes, oh, fieles lectores.


casa_junqueira_resultPor supuesto, primera parada, colegio Santo Ángel: es Howgarts, nada más que comentar. Viniendo de allí, párense en Progreso y admiren (o lloren por su lamentable estado de abandono) la casa Taboada: si me dicen que es de Gaudí, me lo creo. Avancen un poco más y, en la Alameda, fíjense en el quiosco de música, ¿a que es una monada?, pues también es suyo. Ahora solo tienen que cruzar la calle y enfilar hacia la Avenida de Pontevedra: allí está la casa Junqueira (los números los han movido tantas veces que ya no me atrevo a decirles cuáles son pero solo tienen que colocarse en medio de la plaza, mirando hacia esa calle para distinguir claramente la preciosa fachada de la que les hablo).


Y como el tipo hizo un montón más de cosas por aquí pero yo me estoy quedando sin espacio, les recomiendo que se tomen una cerveza en algún sitio fresco y el martes les cuento más cosas.

Mira Ourense 

Ay, qué risa

mira_ourense_ay_que_risa_resultLo siento, lo siento, soy una triste, lo sé… Pero es que es oír – leer, en este caso – la palabra “cona” y no puedo evitar reírme: ¿edad mental? Cinco o seis. 
¿Por qué es tan graciosa esta palabra? No lo sé pero todo lo que me recuerda es gracioso.
Primero, me recuerda a la increíblemente absurda canción “unha vella nos tempos dos mouros fixo da cona unha plaza de touros” o su variante, no menos surrealista, “unha vella nos tempos de antes, fixo da cona un par de tirantes”. Segundo, porque tuve una amiga que, cuando vio “Conan el bárbaro” se empeñó en decir que ella era “Cona la bárbara” hasta que el chiste devino en “Conecha la berberecha”. Tercero, porque mi amigo Mon, una vez que le acaricié el codo a modo de saludo afectuoso, me dijo “no me toques ahí que tengo el chacra de la cona”. Y luego, pero esto ya es secundario, que me parece muy bien la declaración de intenciones: faltaría que en la cona de cada una mandara alguien más que la propia una. Vamos, hombre…

Dulce hogar 

Series que enganchan 

dexter_resultAcabo de terminar la segunda temporada de “Dexter”. Oh, cielos… No ha habido ni un solo capítulo en el que no le haya gritado mi impaciencia, sorpresa o susto a la pantalla; cada vez que acabo un capítulo tengo que estirar la espalda y relajar el entrecejo pues la veo en un estado de tensión tal que, sin darme cuenta, voy ovillándome sobre mí misma hasta que acabo hecha un círculo de musculitos contracturados. 


Vayamos por partes: la primera temporada es una locura. Si no saben de qué va, están de suerte, así les sorprende más todavía. Lo que sí les cuento es que, en la primera, averiguarán por qué Dexter es cómo es. Vaya personaje… Y, entonces, cuando termina la primera, me digo: “Vale, ya está, ya acabó esta historia, ya no pueden volverme a enganchar” Pero, de alguna manera, por alguna razón, cojo la segunda. Y pongo el primer capítulo así como con desidia… Y oh cielos mil veces que a los cinco minutos ya me tienen otra vez hecha un ovillo y gritando “cielo santo, cielo santo” como si el mundo acabara.


Probablemente no sea un serie como las de la HBO que puedes volver a ver por segunda e incluso tercera vez (pasado un lapso de tiempo lógico) porque siempre encuentras matices nuevos y una impecable construcción de personajes y tramas. No creo que con “Dexter” pase eso, imagino que, una vez que sabes lo que ocurre, ya no tiene sentido un segundo visionado pero, jo, no se imaginan cómo se disfruta el primero… En fin, les dejo, voy a ver qué pasa en la tercera.

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