Molinos y torrentes por el empinado bosque de Domaio

Molino en el tramo descendente, por la orilla del regato da Freixa.
photo_camera Molino en el tramo descendente, por la orilla del regato da Freixa.

La ruta de hoy discurre por tierras de Domaio, la parroquia más oriental de Moaña. Arranca desde el nivel del mar, por ejemplo, a la altura de la pequeña iglesia parroquial, en dirección Este, hacia la cuesta que lleva a Verdeal. Nuestro primer paraje es el que le da nombre a la ruta, "A Poza da Moura", una poza que se forma en el torrente de agua que cae casi en vertical y que en invierno muestra todo su caudal. Ahora en verano es más somero, pero el paisaje y las vistas justifican esta ascensión, bastante dura para un caminante poco entrenado.

El descenso, que no haremos por el mismo camino, pues estamos en una ruta circular, nos llevará a otro arroyo de pendiente pronunciada que fue aprovechado históricamente por una sucesión de molinos que discurren por su costado. Se trata del regato da Freixa, en el que encontraremos una vegetación primigenia, con helechos que parecen sacados de la película "Parque Jurásico". También están ahí los consabidos e inevitables eucaliptos y acacias negras, que dominan buen parte del verde de la Península do Morrazo. Alguno de los molinos está en fase de restauración o restaurado y otros en situación más precaria.

Pero lo importante es el paseo que nos lleva por este entorno vegetal, casi siempre en sombra hasta que llegamos a una fuente muy cerca ya de la capilla de San Benito. El regato da Freixa servía para refrescar las botellas de una antigua taberna "A do périto", hoy, Restaurante Ríos, que ya tiene frigorífico para esos menesteres y para conservar durante el poco tiempo que les duran, los choquitos, chipirones, nécoras y distintos tipos de pescados de la ría con los que suelen disfrutar los clientes que tienen suerte de encontrar sitio o han reservado previamente.

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