crónica

Pazos de Arenteiro gritó "au revoir"

Los vecinos retienen a pedradas a las tropas francesas en el puente de acceso al pueblo. Los soldados galos tuvieron que replegarse (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Los vecinos retienen a pedradas a las tropas francesas en el puente de acceso al pueblo. Los soldados galos tuvieron que replegarse (XESÚS FARIÑAS).

El pueblo de Boborás acogió la recreación de la batalla que se libró en 1809 durante la Guerra de Independencia

La sangre tiñó las calles y plazas de Pazos de Arenteiro durante el encarnizado enfrentamiento entre las tropas invasoras francesas y el ejército popular local, en la recreación, en la jornada de este domingo, de la batalla que hace 210 años supuso un punto de inflexión en la Guerra de la Independencia en Galicia. La llegada, por la mañana, de los primeros soldados enviados por el emperador Napoleón, al mando de su mariscal de confianza, Jean de Dieu Soult, ya provocaron los primeros escarceos con la población, y la detención y posterior fusilamiento del cura párroco y del maestro. Pero ni los proyectiles lanzados por los cañones contra esta villa medieval ni las balas de los fusiles lograron arredar a los vecinos, que comandó el general Bernardo González del Valle, Cachamuíña. Así, los gallegos finalmente plantaron cara a los gabachos en una lucha cuerpo a cuerpo en el puente sobre el río Avia, estratégico enclave y objetivo de los invasores. Soult, finalmente herido de muerte, se vio obligado a hincar la rodilla ante el bravo líder de los resistentes y ante el júbilo de la comunidad local. El avance que Napoleón había previsto hacia el interior de Ourense quedaba así truncado en el corazón de Boborás.


A Batalla 1809 también sirvió para reivindicar la villa medieval


Los más de 200 voluntarios que participan en la escenificación de A Batalla 1809 quedaron exhaustos tras una jornada memorable, en la que el sol y el calor motivaron a muchos vecinos de la comarca y de otros puntos de la provincia a acudir en masa a Pazos de Arenteiro para presenciar este evento de carácter histórico. Atrás quedó el sabor amargo de la suspensión de los actos previstos para la tarde del sábado debido a la fuerte tormenta, que fueron pospuestos para este domingo

Entre ellos, una ruta guiada orientada a mostrar a los foráneos la riqueza patrimonial de esta villa medieval que fue cabecera de la Orden del Temple y que combina las casas solariegas de los nobles con la arquitectura románica de la iglesia parroquial de San Salvador y los puentes medievales sobre los ríos Arenteiro y Avia.

Además, también hubo tiempo para asistir a un espectáculo de danza antigua y una exhibición de esgrima, antes de que el sonido de los cañones anunciase el inicio de la contienda. Un mercado típico con productos artesanales y la realización de talleres de cestería y cerámica contribuyó a proporcionar un ambiente acorde con los primeros años del siglo XIX, época que este domingo se revivió en este núcleo del municipio de Boborás. No faltaron tampoco las catas de vinos, aceites y conservas amparadas por los distintivos gallegos de calidad .

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