VERANO

Puxedo hace de los trabajos del campo una fiesta

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photo_camera Varias personas esperan el inicio de la iesta, al fondo el graiti de Remedios.

El núcleo de Lobios celebró por todo lo alto la "Festa da Malla", donde no faltaron las exhibiciones, la gastronomía local y los grafitis de Mon Devane 

Los antiguos trabajos del campo tuvieron ayer su particular homenaje en Puxedo. La singular aldea de la montaña de Lobios revivió, por tercer año consecutivo, la malla del centeno en una celebración que se ha convertido en su fiesta más popular.

El trabajo de recuperación de las costumbres tradicionales, unido a la rehabilitación llevada a cabo en el núcleo, motivó el pasacalles que desde las siete de la tarde protagonizaron los "malladores" por las "eiras" del pueblo y que confluyó en la Eira da Carballa. Allí se llevó a cabo la representación de los antiguos trabajos de la malla del centeno, tanto a mano como con las máquinas de mallar, que llegaron a la comarca en los años 60.

Tras un descanso para cenar y reponer fuerzas, las viejas tradiciones regresaron a la plaza de San Antonio en un "fiadeiro" con Tresmaisún y Mil9, y la sesión de cuentos tradicionales a cargo de Celso F. Sanmartín.

Como buen evento gallego que se precie, en el programa no faltaron referencias a la gastronomía y los productos de artesanía, con una feria que, en sesión de tarde, combinó artesanía, degustaciones gratuitas y hasta un "show cooking" de la mano Martín Álvarez. Para los niños hubo dos talleres de elaboración de pan y grafitis, este último a cargo de Mon Devane que elaboró un diseño en honor a Remedios, la vecina más longeva del pueblo que todos los años participa en la malla. n

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