ocio infantil

Rudesindus se despide como guía de Celanova

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photo_camera Un Rudesindus del siglo XI (a la derecha de la imagen) acompañaba a los menores en las visitas.

Más de 200 menores han participado en la actividad veraniega

Ocho sesiones y más de 200 participantes es el resultado de la primera edición de las visitas guiadas para niños que, durante los meses de verano, se han llevado a cabo en Celanova de la mano de la Fundación Curros Enríquez y el Concello. Los antiguos monjes que antaño habitaron el cenobio celanovés, con un Rudesindus rejuvenecido al frente, han sido los encargados de dar ambiente a las visitas que cada viernes recorrían las distintas dependencias del monasterio conociendo un poco más el patrimonio y la historia local.

La valoración que hacen desde la fundación celanovesa es muy positiva y confirman que habrá continuidad para la actividad con alguna novedad como la incorporación de una pequeña actuación del órgano. "Os nenos quedáronse coas ganas de poder escoitalo", reconocía Paula Conde, responsable de la Casa dos Poetas y encargada de transportar a los menores 1.100 años atrás para conocer la vida monacal, así como los usos que se le daban a las dependencias que actualmente tienen acceso desde el claustro barroco, como la cocina, el refectorio, la huerta de la capilla de San Miguel o la propia iglesia.

La actividad, donde ayer eran mayoría los celanoveses, ha contado en estos dos meses con la asistencia de turistas y decenas de hijos de emigrantes asentados en diferentes localidades españolas, así como en Alemania, Venezuela, Chile o Estados Unidos. 

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