EMPLEO EN VERANO

El socorrismo, trabajo asegurado

OURENSE. 09.08.2012. REPORTAJE SOBRE OFICIOS AL SOL EN VERANO DE OURENSE: SOCORRISTAS EN OIRA.  FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Los socorristas atienden a los visitantes de la piscina de Oira en Ourense.

De playas o de piscinas, la demanda es igual de alta, pero la oferta ha descendido. La consecución de certificados para ser socorrista es muy exigente.

El sueldo ha bajado, hay menos socorristas y las pruebas son más exigentes para obtener el certificado. En verano es un trabajo asegurado, por eso muchos jóvenes mayores de 16 años optan por realizar cursos de socorrismo acuático. Este año, la oferta de socorristas es menor: "me llamaron de cinco concellos diferentes, pero ya había cogido otro trabajo para hacer encuestas", afirma Betty Martínez, exsocorrista de las piscinas públicas de Oimbra.

El acceso a la formación en salvamento acuático es más compleja desde el 2012, cuando la Xunta exigió a los centros la homologación y la expedición del certifcado como requisitos obligatorios. Los centros deben de tener "los medios necesarios que se encuentran en el momento de desarrollar la profesión", asegura Pedro Jiménez, director de formación en Cruz Roja A Coruña. Para que el espacio sea apto debe de contar con dos aulas de 60 metros cuadrados, una piscina de 25 metros de largo y dos metros de profundidad, acceso a lugares de baño en zonas naturales, motos acuáticas y cuerdas de rescate; el aforo de alumnos por cada curso no puede superar los 15.

La precariedad laboral también ha dejado su huella en el socorrismo. Los sueldos han descendido entre 400 y 500 euros. En una jornada completa de ocho horas, la remuneración asciende hasta los 1.000 euros, y de media jornada, los 500. "Hace tres años, la paga no bajaba de los 1.200", según María Poza, trabajadora en las piscinas madrileñas desde hace seis años. "Si pudiera echar el tiempo atrás, volvería a ser socorrista, me gustaba vigilar y cuidar a los más pequeños. Porque ser socorrista no es solo impedir que la gente se ahogue. Es fundamental prestar especial atención a los niños porque algunos se meten en las piscinas profundas y otros sufren picaduras de avispas", señala Martínez.

El gran enemigo de esta tarea es el aburrimiento, según los especialistas. Pero hay estrategias que los socorristas utilizan para reducirlo, como cambiar de posición por lo menos cada 30 minutos, pasear con frecuencia, o darse baños de agua fría para mantenerse alerta.

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