Antonio Rodríguez lleva algo más de un año en Valencia, tras una estancia en Inglaterra. Allí ha montado un restaurante junto a su pareja, con la que vuelve a menudo a Celanova.
¿Cómo llegó a Valencia?
Acabé en Valencia pasando primero por Inglaterra. Conocía a alguien de allí con el mismo propósito que yo tenía, que era abrir un restaurante propio. Ahora mismo tenemos nuestro propio local de cerveza artesana y comida mestiza, que se llama "Barbacana".
¿Cuáles son las principales diferencias en la forma de vivir?
La primera vez que fui a Valencia no notaba que estuviese en España al caminar por la calle por muchas cosas que notaba a la hora de observar cómo te atendían en una tienda, la forma de caminar de la gente, las cosas que hacían por la calle... Pero al mismo tiempo y de una forma un poco contradictoria, le veo muchas similitudes con Galicia en la cultura. El idioma es parecido, a la hora de comer tienen costumbres parecidas, a pesar de que su dieta sea diferente. La gente mayor es muy tradicional, de ir de caza, cocinar, estar en familia... La personalidad de los mayores es muy parecida.
¿Cómo fue el proceso de adaptación?
Creo que todavía estoy en ese proceso, pero por el hecho de que estamos todo el tiempo trabajando y no nos quedan momentos para llevar una vida normal con sus ratos de ocio y de trabajo. Pero no tiene ninguna dificultad. La gente es súper cariñosa y es muy fácil hacer amigos. A los valencianos les gustan mucho los gallegos. Yo cuando lo digo es como si a la gente se le iluminase la cara de cariño. Entonces ahora lo digo todo el rato (risas).
Aparte de a sus seres queridos, ¿qué llevaría de Celanova a Valencia?
La facilidad de encontrar productos de calidad en la cocina. Como profesional de la hostelería que puede elegir su materia prima, yo me llevaría de casa ese producto de calidad tan fácil de encontrar aquí. La gente no se da cuenta de la diferencia en el olor de un supermercado de Celanova y el de cualquier otra ciudad, es abismal. No sabéis la suerte que tenéis.
¿Y que traería de Valencia a su tierra?
Un poquito más de sol. Y más variedad cultural.
¿Qué es lo que más le gusta de los valencianos?
Son muy amigables y abiertos. Es muy fácil soltarse y sentirse uno mismo sin miedo a no ser aceptado. Yo me he sentido muy arropado desde el primer día que pisé Valencia hace cinco años.
¿Y lo que menos?
Que dependen mucho del coche para vivir en una ciudad con tan buen clima y tan poca colina. Y no conducen muy bien porque son muy impacientes.
