Una veintena de vecinos de la localidad de Barral trabajan desde el pasado mes de mayo para que el evento sea un éxito
Durante los tres días de la XXIII Festa da Anguía, que se celebra en la parroquia de Barral, de Castrelo de Miño, se comerán en torno a 1.200 kilos de anguila frita, que cocinan los propios vecinos organizadores de esta fiesta gastronómica. Las dos primeras jornadas, el pasado viernes y sábado, fueron un éxito de público, que dio buena cuenta del exquisito plato que se ofrece por 12 euros, con el vino blanco de Castrelo de Miño y el tinto de la Cooperativa San Roque de Beade, que hay que pagar a mayores. Una veintena de vecinos trabajan desde el pasado mes de mayo para que la fiesta sea un éxito. Es necesario empezar la faena con tanta antelación, según les van llegando las anguilas, que les suministra una empresa, y que ellos limpian y congelan para esta fiesta gastronómica, que se enmarca dentro de la que se celebra en honor de la Virxe das Neves.
Por ese motivo, ayer hubo misa y procesión y actuó la Banda La Lira de Ribadavia, y las orquestas Gran Casino y Café Olé. Para hoy están contratadas Alameda y Stylo, para poner fin a los festejos.
