Un concurso de "selfies", otro de camisetas, un "photocall"... pero también mucho postre, licor, música y un buen yantar
La plaza de O Reloxo de la localidad de Trives se quedó ayer pequeña para albergar al medio millar de comensales -a juzgar por el número de porciones que de tan preciado y exquisito postre típico allí se repartieron- que no excusaron su visita en una nueva edición de la Festa da Bica, concretamente la cuadragésimo cuarta.
Las puertas de la jornada y de las celebraciones las abrió un mercado artesanal, pasadas las once de la mañana. Se dejó oír música de charanga y también de gaita -de la mano de Nova Terras de Trives y la banda Os Trintas, respectivamente- por toda la ilustre y señorial villa ourensana y hasta hubo quien disfrutó como un niño de la oferta lúdica que el Concello tenía preparada para arrancar no pocas sonrisas. Así, antes de hincarle el diente a las viandas, los más atrevidos participaron en un animado "photocall" o en un concurso de camisetas, premio al que optaron tres grupos; la organización decidió galardonar a todos. Al mejor de los "selfies" aspiraron un total de 30 personas, pero fue Alba Rodríguez Vasallo quien se llevó el primero de los trofeos.
Sin embargo, no hay gallego que se precie que no disfrute más que de un buen yantar. Y allá se dispusieron el medio millar, pasadas las dos de la tarde, para dar buena cuenta de pulpo, carne "ó caldeiro", bueno vino y la consabida y siempre imprescindible bica, regada con licor café.
La fiesta concluyó con la madrugada. La discoteca móvil Ráfaga se encargó de amenizar las últimas horas del día.