“País del Bibei”, un privilegio natural

El municipio de Viana do Bolo emerge en la intersección de los ríos Bibei, Camba y Conso. La majestuosidad de sus montañas tiene a los pies el embalse de O Vao, construido para regular el caudal de los saltos del río Sil y que esconde bajo sus aguas un profundo valle encajado. Se trata de una villa milenaria presidida por la Torre do Homenaxe, una estructura que formaba parte de un complejo defensivo mucho más ambicioso construido en el año 800. Situada en el Macizo Central ourensano, su belleza, al igual que su “Entrudio”, no deja indiferente a los visitantes. Aunque cuenta con múltiples celebraciones a lo largo del año, es esta última la que adquiere un mayor protagonismo. Bombos, azadas y boteiros son elementos básicos de una tradición ancestral que se apodera de la localidad y llena sus calles de color y sonidos atávicos. Son muchos los tesoros que esconde esta localidad conocida como “O país do Bibei”. Algunas de ellas, como la Torre do Homenaxe o As Borreas, unas minas romanas situadas en la aldea de Caldesiños, son fáciles de localizar para todo aquel que decide visitar el municipio, pero otras permanecen todavía semiescondidas, en el interior de profundos bosques. Balneario de Bembibre: Esta aldea vianesa oculta entre sus castaños varias edificaciones que datan del año 1896 y que tenían por función el aprovechamiento de las aguas sulfurosas que brotan de las profundidades de esta zona boscosa y que eran especialmente apreciadas. Su construcción fue impulsada por el doctor José Manuel Armesto. En sus inicios, se construyó un edificio destinado al balneario pero la afluencia de visitantes hizo a su fundador ampliar las instalaciones creando una nueva edificación destinada al hospedaje. Muchos fueron los visitantes que durante décadas disfrutaron del alojamiento y las propiedades de las aguas de Bembibre, especialmente utilizadas para tratar enfermedades dermatológicas o problemas respiratorios gracias a la utilización de vahos de agua caliente. La posguerra y la penuria económica hicieron mermar sus visitantes, por lo que en 1958 cerró sus puertas al público. Actualmente esta propiedad sigue en manos de la familia Armesto, y son precisamente sus biznietos, los encargados de realizar las labores de mantenimiento hasta que se pueda encontrar un comprador. Castro da Vila de Sen: Algunos investigadores creen que los Beneficiarius Procuratis podrían haber residido en este castro situado a unos 2,5 kilómetros al sureste de la Mina de As Borreas, en la aldea de Bembibre. Son varias las hipótesis que mantienen esta teoría. Una de ellas es la proximidad geográfica del asentamiento a la mina y el perfecto dominio visual que este tenía sobre el yacimiento. La facilidad de comunicación entre ambos, conservándose en la actualidad los restos de un camino y de una antigua vía de paso conocida como A Ponte da Morteira, junto a la aparición en el Castro de Sen de pedazos de cerámica romana, son otra de las evidencias de la presencia en Bembibre de los legionarios romanos. Santuario O Pai Eterno: Este templo, situado en la aldea de Quintela de Humoso, es el más relevante de la zona. Cuenta con una torre de una altura vertiginosa, que tiene un diseño, una estilización y una proporción que se podrían calificar de áureas, por la extraordinaria calidad de su conjunto. En el mes de junio se lleva a cabo una romería en el recinto del santuario a la que llegan decenas de personas peregrinando desde otras aldeas cercanas. Entre las peculiaridades de esta celebración religiosa, en la que no falta la música, el buen comer y los juegos tradicionales, destaca la adquisición de las tradicionales roscas de pan, que según cuentan los feligreses, nunca llegan a estropearse.