Paula Jarque es de Madrid y, junto a Antonio, su pareja, natural de Italia, y Gaia, la hija de ambos, se ha asentado en Soutogrande (Vilariño de Conso). “Antonio, que es biólogo y especialista en agricultura y ganadería ecológica y regenerativa, es asesor y está inmerso en varios proyectos. Yo soy maestra, pero me volqué en la explotación familiar -tienen un rebaño de 150 cabras en extensivo- y soy autónoma. Llevo también el albergue municipal”, cuenta Paula.
La pareja está convencida de que en el entorno rural es necesario “diversificar” las actividades laborales, pero están satisfechos con su modo de vida: “Ya habíamos vivido en el rural, tanto juntos como por separado. Pero en Galicia es la primera vez. La gente nos aceptó bastante bien y nosotros nos adaptamos bien”, explica la ganadera. “Nosotros nos empadronamos nada más llegar. En Vilariño teníamos algunas ayudas de tipo social. Tenemos una hija de tres años y cuando llegamos, la guardería que nos ofrecían aquí, que es un punto de atención a la infancia, era gratuita. Eso es una ayuda que nos vino muy bien. Poder dejarla por las mañanas también fue positivo para desarrollar nuestros trabajos”, añade.
