El arte como forma de comunicar, Tatiana R. Fírvida

Lo que empezó siendo un juego de niños, pintar, Tatiana R. Fírvida lo fue manteniendo a lo largo de los años y perfeccionando. Estudió Bellas Artes y sumó a su talento una cámara fotográfica. Su inspiración es el día a día, un conversación casual, una visita… y define su estilo como delicado y directo. Con cada obra expresa emociones y sentimientos, sus percepciones sobre la realidad. Es autora de la pieza homenaje a Álvaro Cunqueiro en la Ínsua dos Poetas, Esgueva, O Carballiño, una pieza de acero inoxidable bajo el título de “Ese alguén de meu que nunca volve...”, un verso del autor mindoniense. Cuéntenos, ¿cuáles fueron sus primeros pasos en el mundo del arte?¿Hay algún familiar que ya fuera artista? Siendo pequeña, empecé a dibujar en casa en mi tiempo libre hasta que tomé clases de pintura con una vecina de mi abuela, Mari. Con ella empecé a dibujar con ceras Manley hasta llegar al óleo, me enseñó composición, luces y sombras... aunque no era consciente de todo ello y mucho menos lo veía como algo a lo que podría dedicarme profesionalmente. No fue hasta bachillerato que mi profesor de dibujo técnico, el hermano Félix, me animó a estudiar la carrera de Bellas Artes. Ya centrada en la carrera, la figura de mi padre me influyó indirectamente ya que él tenía una gran sensibilidad para la fotografía. De él heredé equipo fotográfico y fue esto lo que me introdujo en la fotografía. Recientemente inauguró una figura homenaje a Álvaro Cunqueiro en la Ínsua dos Poetas, Esgueva, Madarnás, O Carballiño, ¿cómo le llegó esta propuesta? ¿cuánto tiempo le llevó hacerla? Recibí una llamada de un miembro de la Fundación Ínsua dos Poetas para asesorarles sobre una escultura en la que querían homenajear a Álvaro Cunqueiro. Después de explicarme los detalles me puse a investigar posibles autores y temáticas que podrían funcionar elaborando bocetos y diferentes líneas de ideas. Cuando nos reunimos para presentarle la documentación decidieron que el dossier que les había entregado era lo que estaban buscando y de ahí surgió el encargo. Empecé a trabajar en ese mismo instante. Era mi primera escultura, más allá de modelar barro, y ¡era enorme! ¿En qué se inspiró para llevarla a cabo? Leí parte de la obra de Cunqueiro y revisé las primeras ediciones de sus publicaciones, poniendo el foco en los dibujos que las acompañaban. De ahí surgió la idea de dibujar en el aire. A partir de ahí trabajé conjuntamente con un taller externo y especializado en acero inoxidable durante más de tres meses a tiempo completo. Si no me equivoco, también realizó un mural para el colegio Virgen de la Sela. ¿Qué representa? Desde el ANPA del Colegio Virxe Pena da Sela me encargaron un mural artístico-educativo en donde la idea principal era crear una actividad artística en la que todos los alumnos participaran y se implicaran en el proceso creativo. La temática está directamente ligada a ellos ya que durante el curso escolar participan en diversos voluntariados con diferentes asociaciones a las que hace referencia la obra. Teniendo en cuenta estos lugares, ¿Cree que hay obras que solo tienen sentido en ciertos lugares? ¿Es el arte igual en todos lados? La localización y el entorno de las obras le aporta mayor significado e interés. Incluso llegando a formar parte de la propia obra. En el caso de la escultura dedicada a Álvaro Cunqueiro el entorno natural donde iba a ser instalada fue la idea principal. También la finalidad de la obra no tiene que ser algo material y tangible sino el mismo proceso de crear. ¿Cómo definiría su estilo? Delicado y directo. A veces ser directo se asocia con ser brusco. Me considero una persona sincera, sin rodeos pero no por ello dejo de lado la sensibilidad. La temática en mis obras suele basarse en sentimientos y emociones propias por lo que a veces considero que revelo mis secretos siendo el espectador mi cómplice. En fotografía me apoyo en las luces y las sombras, en el claroscuro, todo lo contrario que en la pintura que la máxima es el color y las pinceladas finas y difuminadas. ¿Cuáles son sus influencias? En pintura sigo el impresionismo abstracto, donde se emplean brochadas pequeñas para construir y estructurar grandes cuadros, expresando la emoción y enfoque del artista en la energía interna, y a veces contemplación, creando calidades expresivas, líricas y pensativas en los cuadros. En cuanto a mis fotografías las describiría como pictorialistas, dominadas por una atmósfera poética. ¿Dónde encuentra la inspiración de su obra? En la cotidianidad, una conversación propia o ajena, estados de ánimo que me impulsan a crear... Siempre me dejo sorprender, por lo que a veces lo inesperado atrae. En cuanto a la estética de mis obras surgen de los múltiples libros de arte y fotografía que devoro. Me apasiona la literatura pero si unimos ésta con la fotografía creamos el tándem perfecto. Si tuviera que definir en una frase los propósitos de su trabajo, ¿qué diría? El arte es una forma de comunicar, de expresar emociones, sentimientos y percepciones sobre la realidad o la imaginación, es por eso que la intencionalidad en mis obras es la honestidad conmigo misma y aquellos con los que las comparto. ¿Es fácil ser artista? ¿Cuánto tiempo le lleva realizar una obra? Yo soy una persona muy exigente, extremadamente exigente si le preguntas a cierta persona, es por ello que siempre estoy al límite de mis capacidades y de tiempo. Me gusta tener todo bajo control, y para eso sigo una rutina estricta en el proceso creativo. Lo que más me ayuda es la escritura, poner sobre papel garabatos de ideas y bocetos. Éstos tienen su tiempo de maduración, a veces me sorprendo del resultado de la obra que nada tiene que ver con la primera palabra que la describía. Cada obra avanza a su propio ritmo, a veces ésta me impone los tiempos, otras yo misma y la mayoría los clientes. Por lo general, me gusta trabajar bajo presión. ¿Algún proyecto? “La soledad, una cicatriz sin cura”. Es un proyecto fotográfico que nació en el año 2018 y empezó siendo un proyecto muy personal, muy íntimo, es por ello que no soy capaz de finalizarlo. Crece y madura conmigo.