Gracias, Carmen

Eran las 14:55 de la tarde del miércoles 30 de marzo, cuando, después de sufrir un accidente doméstico cocinando pescado, llegué al PAC de la calle Concejo con la cara ardiendo de dolor. Pero faltaban cinco minutos para abrir el servicio de urgencia... Entonces corrí hacia otra planta por si alguien me socorría en un primer momento. No había ya nadie... y de pronto un ángel llamado Carmen que había acabado su jornada, me vio la cara, corrió a buscar las llaves del servicio de urgencias y me practicó los primeros auxilios. El alivio fue tan grande que me sentí salvada. Espero haber cogido bien su nombre y si no, ella sabe perfectamente que esta nota de agradecimiento es por ella. Esperó a mi lado hasta que llegó la primera médica de urgencias, para explicarle con detalle lo que había sucedido. Me tranquilizó mucho la atención recibida por la doctora que, con buen criterio, me derivó a urgencias de la Resi.

Cuando salía del PAC, me volví atrás para preguntar el nombre de la enfermera que me había atendido en un primer momento, regalándome su mirada tranquilizadora que no olvidaré... Y me dijeron: Carmen, se llama Carmen.

Te puede interesar