Solo unas líneas para expesar mi, nuestro, agradecimiento. No quiero dejar pasar más días, ya que creo que es de bien nacidos ser agradecidos y lo tengo que compartir.
Ayer, 23 de febrero, fallecía mi padre tras muchos años de una larga enfermedad. En la última semana de su vida ha estado atendido por HADO y para mi es muy difícil expresar con palabras lo que mis ojos han visto y mi corazón ha sentido al verles tocar el maltrecho y moribundo cuerpo de mi padre. ¡Qué amor, qué pasión por su profesión…!
Estos días he recordado y he visto en ellas a las Misioneras de la Caridad, a Santa Madre Teresa de Calcuta al servicio de los más necesitados, los enfermos, los moribundos. Lo poco, hecho con gran amor. No importa cuánto hagamos, lo más importante es el cómo hagamos las cosas, cuánto amor ponemos en hacerlas. Y eso, lo he visto en ellas. Gracias Isabel, gracias Bea, por hacer de vuestro trabajo un gran acto de amor. Desde ya estáis en mis oraciones, no cambiéis nunca y no perdáis vuestra alegría.
El mejor modo de mostrar mi agradecimiento al Señor y a los demás es aceptar todo con esa alegría que vais dejando por donde pasáis. Gracias.
Muchísimas gracias a todos, ha sido una experiencia preciosa. Estoy súper contenta y llena de gozo, el señor ha puesto personas maravillosas en el camino al cielo de mi padre. Ha sido una alegría caminar con vosotras. Gracias una vez más.
