Noe Martínez, historias cercanas para sentir

Cercanía, cariño, empatía… son algunos de los adjetivos que definen los personajes que dan vida a “Dalia, a modista”, una serie que vio la luz hace unos años y de la que ahora se presenta su novela de la mano de Noe Martínez, también guionista de la serie. Un viaje a la inversa con este proyecto del que destaca cómo los personajes, a través de la literatura, cobran más fuerza, más intensidad, aun respetando la esencia que se podía vislumbrar en la serie. Pero este no es el único libro de Noe Martínez, “¡Porque lo digo yo, que soy mamá!”, “Él, mi último pelo de tonta”, “Nunca te fíes de un chico que no toma postre”, son algunos de los títulos que firma y en los que la comedia y el romanticismo están muy presentes. La novela “Dalia, a modista” nace a partir la serie del mismo nombre estrenada en el año 2016 y de la que usted, con Eligio R. Montero y Ghaleb Jaber, es guionista. Para los lectores del Vida que todavía no la hayan visto, ¿qué historia cuenta? La serie narra como una joven, Dalia, por un infortunio de la vida, pierde a su madre en extrañas circunstancias. Así que coge su máquina de coser y viaja a su pueblo para intentar encontrar respuesta a sus preguntas. Poco a poco va viendo que las cosas se descuadran y surgen varios misterios que no vamos a desvelar para no resolver todo lo que esconde. Como espectadora de la serie prometo no desvelar nada tampoco, pero ¿por qué surge ahora la novela sabiendo la historia de Dalia? Me lo propone la productora CTV, creadora de la serie original, ya que como guionista ya tenía las pinceladas de cada uno de los personajes. ¿Y cómo decir que no? No puedo estar más que agradecida a Ghaleb Jaber por contar conmigo. Además, paralelamente, yo ya tengo una trayectoria como escritora de comedia y comedia romántica. ¿Cómo fue el proceso? Fue un viaje a la inversa. Una vez que ya tenemos los personajes y sabemos su destino, lo que tengo que hacer es contar la misma historia, pero con matices nuevos. Transmitir las emociones ya contadas, como si fuese la primera vez. Lo que estaba claro es que no se podía contar lo mismo, ¿para qué? Entonces, como el lenguaje audiovisual y el literario no es exactamente el mismo, la ventaja es que todos los personajes que en la serie habían quedado relegados a “grandes personajes con posibilidades”, en la novela se desarrollan. Se profundiza en ellos. Y las situaciones vividas, leyendo la novela, cobran una tensión diferente y muy personal. Y el resultado es… Creo que ha quedado una novela muy equilibrada y compensada. Honesta con lo que se contó en la serie, que era mi prioridad. Que la persona que ya la hubiese visto no se quedase con una copia exacta, pero tampoco que no descubriera algún rasgo más de cada uno de los personajes que le dan vida. E incluso, como en cualquier libro, dejar un espacio a que cada persona haga sus aportes imaginativos. Me decía que la novela es un “viaje a la inversa”, ¿es complicado realizar el trayecto de esta forma? Sí. Cuando tienes un cuaderno en blanco, puedes escribir cualquier cosa. Cuando ya tienes un sendero garabateado y tienes que amoldarte, tienes que hacerlo con cuidado para que quede bien sin desviarte. Conste que pensé que, en principio, era algo que me iba a costar, pero luego resultó ser el contrario. Fue darle un matiz más a cada personaje sobre el que volé con palabras. Sin duda, aquellos que compren la novela y no hayan visto la serie, la verán. No lo dudaría. Y realmente, no me avergüenza decirlo, quedó un trabajo muy bonito y cuidado. Se llevó a cabo durante todo el tiempo necesario, cuidando las localizaciones, el vestuario… un auténtico trabajo de “lutier” para que todo fuese perfecto. Esa era la máxima, que había que hacerla bien costase lo que costase. Y el trabajo lució. De ahí también el éxito que tuvo no solo en Galicia, sino también en otros países, siendo la primera serie gallega en venderse internacionalmente. ¿Cómo está siendo la acogida? Muy buena, la verdad. Tanto desde el público en general que ya ha agotado casi la primera tirada, como desde la productora CTV que son conscientes de que este viaje a la inversa es también una forma de fidelización. Y es la mejor recompensa al trabajo hecho con pasión. ¿Cómo se siente usted con el resultado? ¡Encantada! Y sin que suene para nada pretencioso. Ya desde el momento en que me lo propusieron y siendo algo que me gustaba, sabía que lo iba hacer con más cariño. Es un trabajo al que vas a dedicar muchas horas, al que también tienes que poner tu voluntad, pero se hace más llevadero. Y se nota en el resultado. ¿Cuál cree que es el secreto de su éxito? Si supiéramos cuál es la llave “mágica” que abre las puertas del éxito… la utilizaríamos continuamente para abrir cerraduras (risas). Nunca se sabe. Pero si tuviese que analizar con el corazón y la mente fría, igual es que lo que contamos es un lenguaje universal que cuenta una historia amable, con sus misterios y momentos menos buenos. De una chica con un problema familiar, que se ve sola, y que quiere saber la realidad de lo que le pasó a su madre. Los personajes son cercanos, podrían ser cualquiera de nosotros y nuestro entorno. Además, acaba bien… (risas). La sencillez de una historia cuya forma de contarla la hace grande. Una historia que ahora, igual más que nunca, es necesaria. Esa calidez, la cercanía… que te permita soñar es muy necesario. Aunque está claro que todo depende de los gustos. Como en todo. Una pregunta difícil: ¿guionista o escritora? Las dos cosas. Hay veces que te dan una idea y la desarrollas y encantada. Otras veces te apetece más libertad, volar con tu imaginación y desarrollas algo sobre cero. En cuanto a sus otras publicaciones, cuéntenos. La primera novela fue “Señálame un imbécil y me enamoro”, y le siguieron “Hombre magdalena”, “A otra princesa con ese cuento”, “Nunca te fíes de un chico que no toma postre”, “Cenicienta siempre quiso un wonderbra”, “Porque lo digo yo, que soy mamá!”, “Él, mi último pelo de tonta”… entre otros. En ellos el hilo común para los lectores es pueden verse reflejados en escenas típicas del día a día que nos pueden pasar a cualquiera, vista con un toque de humor y sin que falte el romanticismo. En sus planes más inmediatos está… Siempre hay proyectos que van surgiendo. Luego si salen o no… ¿Para cuándo la presentación en Ourense? Espero que para el mes de diciembre hagamos parada por ahí con la novela de “Dalia, a modista”. Con la venia 1.Un escritor/a. - Depende del momento. Pero hay algunos a los que siempre vuelvo como Delibes, Gabriel García Márquez o Almudena Grandes. 2. Un libro. - “Cuatro esquinitas tiene mi cama”, de Fernando Méndez. 3. En su casa suena. - Antes de ser madre, pop, música de los 70 y 80… ahora, lo que puedo (risas). 4. Una serie que nos recomendaría. - También las que me dejan… pero me encantó “Stranger Things” y, por supuesto recomendaría “Motel Valkirias”. 5. Una película. - Siempre vuelvo a “Oficial y caballero” o “Leyendas de pasión”. 6. Un recuerdo de su infancia. - Mi abuela tenía una taberna de barrio en la avenida de Portugal y eso me marcó mucho. Por allí pasaba gente de lo más variopinta que te contaba sus historias. Se llamaba Bar Chiquito. Creo que ahí nació un poco mi ansia de escribir. 7. De mayor quería ser… - De todo. Dependía de cómo me levantase. Eso sí, siempre tuve claro que sería algo de letras. Se me daba bien contar historias y divertía a la gente. 8. Cuando se mira al espejo, ve… - A una señora que fue joven, ahora menos, pero intentando ser feliz siempre y haciendo lo que puedo por los demás. Y sobre todo intentando criar a mis hijos lo mejor que puedo y aprovechar cada momento. 9. Un lugar para perderse. No soy de lugares, soy más de personas. Cualquier sitio siempre que esté bien acompañada. 10. Un viaje pendiente. - Port Aventura… los niños, ya sabes. Pero me encantaría volver a México, el último viaje de “adulta” que tuve. 11. Una manía. - Miles. Todas. Soy doña manías (risas). Soy muy metódica, me molesta el desorden, pero no doy el “coñazo”. Recojo y ya. 12. Un defecto. - Todos. A ojos de los demás siempre tienes. Y a los tuyos propios, siendo autoexigente, te sobran. 13. Una virtud. - Trato de ir por la vida intentando hacer el menos daño posible. Y ayudar a todos los que me lo pidan. 14. Pierde la calma con… - El “bullying”, el acoso a las niñas y niños. 15. Recobra la calma perdida… - Soy muy familiar. Solo con oler a mis hijos cuando se van a dormir, me transmite tanta paz y tranquilidad. En la vida hay días buenos y malos. Tú vas tejiéndola y creando un álbum con cada uno de esos momentos. 16. Un sueño. - Sinceramente, ahora mismo me siento muy afortunada. Así que pediría para mi entorno, que estén bien en todos los aspectos.