"Hoy mis siete hijos y yo hemos donado más de 700 centímetros de cabello a 'Children With Hair Loss'", escribía Phoebe Kannisto, madre de una familia de Cheektowaga, Nueva York, en Facebook. "Seis de mis hijos y yo ya donamos pelo en el pasado, pero esta era la primera vez de mi hija".
Phoebe y su familia se hicieron virales hace dos años, cuando su noble gesto llegó a los medios de comunicación de todo el mundo. En abril de 2017 la familia anunció en sus redes sociales a través de una serie fotográfica que, tras años dejándose crecer el pelo, había llegado el momento de cortárselo para donarlo.
Lo hicieron para 'Children Hair With Loss', una organización sin ánimo de lucro que ofrece reemplazos de cabello humano sin coste alguno para niños y jóvenes adultos que se enfrentan a una pérdida de cabello relacionada con la salud.
Su motivación fue por un asunto personal de la familia. Phoebe contaba entonces para Huffington Post que hacía tres años, una amiga suya perdió a uno de sus hijos por cáncer. El trágico suceso afecto a la familia, que desde entonces se propuso ayudar en la medida que pudieran a todos esos niños y esas familias a las que esta enfermedad afecta.
Encontraron su solución a través de la donación de cabello y, lejos de haberse quedado en una anécdota solidaria puntual, han seguido haciendo su ya tradición cada dos años, cuando el pelo ha crecido lo suficiente.
Este año, además, se ha unido la última incorporación a la familia, la pequeña de cuatro años que se había quedado con las ganas de haberlo hecho hace dos años.
