El animal visita todos los días la tumba de su propietario, sobre la que se tumba desconsolado
El amor animal es incondicional, todo el mundo lo sabe. La historia de Zozo, un perro turco, es una más de las decenas que se han narrado a lo largo de la vida. Y es que según descubrió infobae, el animal visita todos los días la tumba de su propietario, İsmail Öztürk, fallecido hace aproximadamente cinco años de forma inesperada.
Zozo, haga el día que haga, visita la tumba de Oztürk y se tumba sobre ella, en una imagen que ha conmocionado a las redes sociales por la intensidad y tristeza que transmite. El hijo del fallecido confirma que cada jornada, el perro visita a su dueño, demostrando que el amor no es solo cosa de humanos, más bien es algo que muchos deberíamos aprender y copiar del reino animal.