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¿Qué son los carbohidratos y por qué son importantes para los niños?

photo_camera La doctora Olga Fernández explica qué son los carbohidratos y por qué son fundamentales en la dieta de los más pequeños.

¿Qué son?

Para no crear confusiones: Los carbohidratos, hidratos de carbono y los azúcares son lo mismo. Los carbohidratos o hidratos de carbono son un macronutriente esencial para la salud y una fuente de energía primordial para las células. El cuerpo humano no es capaz de producirlos por sí mismo, por lo que es importante saber cuáles son los mejores, para incluir en nuestra alimentación.

Hipócrates decía «que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina», sabiendo que todo lo que comemos se traduce en buena o mala salud.

Los nutrientes son las sustancias que hay en los alimentos, que son necesarias para vivir. Se dividen en dos grupos: macronutrientes y micronutrientes. Los macronutrientes son los alimentos que proporcionan energía al organismo para un buen funcionamiento. Los carbohidratos, junto con las grasas y proteínas,  forman los tres macronutrientes principales en la alimentación y son esenciales en una dieta equilibrada.

Clasificación

Los hidratos de carbono podemos dividirlos en simples y compuestos en función de su estructura así como la rapidez y el proceso por el cual son absorbidos por el organismo. Es importante conocer las diferencias entre ellos para llevar una alimentación más saludable.

Carbohidratos simples: Son azúcares que se digieren rápidamente y tienen muy poco valor nutritivo, porque no contienen suficientes nutrientes esenciales. Se concentran en la sangre más rápidamente, aportando altos niveles de energía, pero durante poco tiempo.

Por ejemplo, galletas, pan blanco, harinas refinadas, etc.  El azúcar (glucosa), es un carbohidrato simple y el “rey” es el azúcar de mesa.

Es importante saber que los carbohidratos simples no son alimentos saludables, por lo que se debe limitar su consumo pero no prohibirlo. Hay ocasiones en que son incluso necesarios, como por ejemplo a la hora de recuperarnos tras un gran esfuerzo físico y deportivo.

Carbohidratos complejos: también se transforman en glucosa. Tardan más en asimilarse, motivo por el cual nos dan energía a largo plazo.

Son los buenos y los que debemos consumir. Se encuentran presentes en los alimentos de forma integral. Los carbohidratos complejos suministran calorías, vitaminas, minerales y fibras.

Carbohidrato simple y complejo: la absorción a nivel intestinal

Carbohidratos complejos: se absorben de forma más lenta y necesitan de un mayor tiempo de digestión, por lo que no aumentan los niveles de azúcar en sangre tan rápido, provocando saciedad  y aportando energía durante largo tiempo al ser almacenados en forma de glucógeno. Tienen un índice glucémico bajo. Son los causantes de que se queme o la grasa corporal, en lugar de guardarla. Tienen  un alto valor nutricional, además tienen vitaminas y fibra, que tardan más   en digerirse, por lo tanto el aporte de energía es más duradero.

Los carbohidratos simples: son azúcares que se digieren rápidamente convirtiéndose en glucosa, con mayor sensación de hambre durante el día. Tienen un índice glucémico alto, una vez en el organismo, se convierten rápidamente en glucosa, elevando el nivel de azúcar en sangre. Proporcionan energía a nuestro organismo de manera inmediata. Son ideales para recuperarse después de un ejercicio intenso o incluso antes de realizarlo, de lo contrario mucha de su energía no se va a utilizar y puede almacenarse en el cuerpo en forma de grasa.

Carbohidrato simple y complejo: el índice glucémico

El IG (índice glucémico) es una forma de clasificar a los carbohidratos en función de  la velocidad de absorción del organismo tras ser absorbidos por el intestino hasta llegar como glucosa al torrente sanguíneo. Es una medida que determina la rapidez con que un carbohidrato puede elevar el nivel de glucosa. En general, los alimentos con un IG bajo aumentan lentamente la glucosa en su cuerpo. Los alimentos con un IG alto, la incrementan rápidamente.

Desde el punto de vista nutricional es importante no solo la  cantidad de carbohidratos, sino también lo rápido que se digieren y se absorben. Conocer esto último puede ser importante en determinadas enfermedades como la diabetes, ya que se deben controlar los niveles glucémicos. También es útil para la práctica del deporte, ya que proporciona información sobre los alimentos más apropiados para obtener energía o para recuperar las reservas energéticas.

¿Qué es la glucosa?

Se conoce también con otro nombre: azúcar en la sangre. Es un azúcar que procede de los alimentos que comemos. Con la digestión convierte los alimentos en nutrientes. Va a todas las células del cuerpo a través del torrente sanguíneo.

¿Cómo se regula?

Tras la ingesta de los alimentos y posterior digestión de una comida en el estómago, pasa al intestino,  entonces el cuerpo avisa al páncreas al aumentar el nivel de glucosa de la sangre y como consecuencia, el páncreas comienza a producir una hormona llamada insulina, liberándola, para tratar el aumento del azúcar en la sangre.

La función de la insulina

1- Es la encargada de regular el nivel de glucosa en sangre. Altos niveles de glucosa promueve la producción de insulina.

2- na parte es utilizada principalmente por el cerebro, para mantener sus funciones vitales. Pero el cerebro no puede almacenar directamente la glucosa, por lo que nuestro organismo siempre debe de tener una cantidad de glucosa en sangre constante para poder abastecer al cerebro poco a poco.

3- Aumenta la captación de glucosa por las células, en todos los tejidos, para que éstas la quemen y la utilicen como combustible.

4- Activa los mecanismos para que una parte de la glucosa sea transformada en glucógeno. Una parte el glucógeno se almacena en el hígado (glucosa de reserva) y otra parte se deposita en los músculos. El consumo de carbohidratos también es importante para la protección de los músculos, ya que la falta de glucosa favorece la pérdida de masa muscular y sirve como reserva energética. Cuando las células están bien abastecidas y ya no pueden utilizar más glucosa, vuelve a intervenir la insulina. Pero ahora, su misión es dar la orden para convertir el excedente del azúcar en grasa que, posteriormente, se almacenará en las células del tejido adiposo, también como material de reserva.

5- Cuando la cantidad de glucosa disminuye (durante periodos de ayuno o después del ejercicio físico), los niveles de insulina también descienden. Si no fuera así se correría el riesgo de que bajase demasiado y no fuera suficiente para alimentar a las células del cerebro. Cuando la glucemia desciende por debajo de la normalidad, entra en juego otra hormona pancreática: el glucagón. Esta hormona tiene funciones contrarias a las de la insulina, cuando baja el nivel de azúcar se activa la producción de glucagón y moviliza las reservas almacenadas en el organismo para obtener energía.

Función de los carbohidratos

Los carbohidratos, tanto los complejos como los simples, son los productores de glucosa, que es la principal fuente de energía del organismo y asegura su buen funcionamiento, manteniendo  sus  funciones vitales, como el latido cardíaco, los movimientos digestivos, la respiración,  la temperatura corporal y los movimientos musculares. De alguna manera, se podría decir que la glucosa es para el cuerpo humano como la gasolina para un coche, ya que aporta la energía suficiente para desarrollar con normalidad la actividad diaria.

La fibra, es un carbohidrato que no es digerido por el organismo y no produce glucosa, pero es esencial para el proceso de digestión, ya que disminuye la absorción de colesterol, ayuda a regular el azúcar en la sangre, y favorece los movimientos intestinales.

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