Esta fase del enamoramiento conlleva un gran "desgaste” emocional y de energía, lo que hace que inviable estar permanente en este estado. El siguiente paso del enamoramiento es el amor o el desencanto con la persona que les lleva a la separación
La etapa de la adolescencia constituye un tránsito hacia nuevas formas de relación social, afectiva y sexual en los chicos y las chicas que les ayuda a moldear su propia identidad. Este periodo evolutivo se caracteriza por el comienzo de la propia autoafirmación como persona, por la búsqueda de la autonomía de la familia, se perfilan los roles femeninos y masculinos, las motivaciones, los nuevos intereses, y en el que se inician las primeras experiencias de enamoramiento y las relaciones sexuales.
EL ENAMORAMIENTO
El enamoramiento es la primera fase del amor, en la que convergen sentimientos pasionales inducidos por la atracción interpersonal y la atracción física; lo que provoca que los chicos y chicas adolescentes centren su atención hacia las personas que les atraen física, sexual y emocionalmente, con la finalidad de establecer relaciones de pareja. Esta nueva relación afectiva va a implicar un distanciamiento con el grupo de iguales, sobre todo en la última etapa de la adolescencia.
El enamoramiento representa una emoción intensa que se caracteriza por el deseo de unión con otra persona. Los chicos y las chicas durante el enamoramiento entran en una nueva fase de experimentación que les invade e irrumpe sus vidas. Algunas de las experiencias principales que pueden vivencian son: la idealización de la otra persona, los sentimientos ambivalentes, los pensamientos constantes sobre el/la otro/a que pueden interferir en sus actividades habituales (académicas, deportivas, etc.), un estado emocional intenso, la falta de concentración, la excitación fisiológica, una atención hacia las necesidades del otro/a y el deseo de intimidad.
Esta fase del enamoramiento conlleva un gran "desgaste” emocional y de energía, lo que hace que inviable estar permanente en este estado. El siguiente paso del enamoramiento es el amor o el desencanto con la persona que les lleva a la separación.
Los chicos y las chicas tienen interiorizadas las normas socioculturales del amor romántico y en sintonía con los mitos del amor. Los mitos del amor se definen como el conjunto de creencias socialmente compartidas sobre la supuesta verdadera naturaleza del amor. Se caracterizan por ser ficticios, absurdos, engañosos, irracionales e imposibles de cumplir.
MITOS DEL AMOR
Podemos destacar los siguientes mitos del amor: a) el mito de la media naranja, que implica la creencia de que elegimos la pareja que teníamos predestinada de alguna forma, y que ha sido la única o la mejor elección posible; b) el mito del emparejamiento, que supone la creencia de que la pareja (un hombre y una mujer) es algo natural y universal, por lo que en todas las épocas y culturas el ser humano ha tendido por naturaleza a emparejarse; c) el mito de los celos, que implica creer que los celos son un signo de amor e incluso requisito indispensable del “verdadero amor”; d) el mito de la omnipontencia en el que se asume la creencia de que “el amor lo puede todo”, y por tanto si hay verdadero amor no deben influir decisivamente los obstáculos externos o internos sobre la pareja; e) el mito del matrimonio que consiste en creer que el amor romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja, y constituirse en la (única) base del matrimonio (o de la convivencia en pareja); f) el mito de la pasión eterna que es la creencia de que el amor romántico y pasional de los primeros meses puede y debe perdurar tras miles de días (y noches) de convivencia, y, por último, g) el mito de la compatibilidad amor-violencia que implica la aceptación y tolerancia hacia conductas violentas enmarcadas en la relación de pareja.
Las chicas y los chicos asumen visiones diferenciadas del amor. Las chicas definen las relaciones amorosas asociadas a la ternura, a la felicidad, a la seguridad y a estar ensamblados a la pareja mientras que los chicos lo relacionan con el sexo y el enamoramiento. En este sentido, Marcela Lagarde afirma que el amor se convierte en el espacio más vulnerable en el proyecto de vida de las mujeres, ya que nuestra identidad se construye en sintonía a un “yo” relacional y de entrega hacia la otra persona. Lo que implica que el amor como ocupa un lugar central en la vida de las mujeres, se puede asociar de forma equivocada a otras manifestaciones como son la pertenencia, la dominación o la anulación, componentes que derivaría en violencia contra las mujeres.
CONCLUSIÓN
Por lo tanto, es importante como una medida de prevención de la violencia de género, educar a los chicos y a las chicas en un modelo de convivencia y de relación basado en la “igualdad” y en las “relaciones saludables”. Para ello, se hace imprescindible llevar a cabo una reformulación del amor, ubicándolo en un espacio desmitificado y real, en la que las partes implicadas estén en igualdad de condiciones y que asuman como propios valores como el respeto, la confianza, el compromiso emocional, y la reciprocidad.
