Hay muchas personas, entre las que me incluyo, para las que hacer garabatos o dibujos sin aparente sentido, nos ayuda a concentrarnos, a abstraernos, a relajarnos… y además es una forma muy fácil y económica de hacerlo… todos tenemos un boli y un papel, ¿o no?
Hoy en día, los tangles están por todas partes: desde tazas de café y camisetas hasta tapices e incluso tatuajes.
En la década de 1980, aparece , una forma de meditación creativa que consiste en dibujar patrones, también llamados “tangles”. La verdad es que se desconocen sus orígenes o son inciertos, pero está claro que se caracteriza por su simplicidad, simetría y naturaleza repetitiva. Su objetivo es la relajación y la concentración, algo que nos conviene a todos y que a los más jóvenes y a los pequeños les puede venir muy bien.
Concentración
El proceso de creación de un tangle requiere que los participantes se concentren en el acto de dibujar más que en el resultado de su trabajo. Un tangle puede crearse dibujando con lápices o rotuladores sobre papel, azulejos o incluso tela. Los dibujos pueden hacerse a mano alzada o con una plantilla. Cada participante elige su propio medio y entre los medios que pueden utilizarse se encuentran los lápices de colores, los pasteles de tiza y las pinturas de acuarela. Así que no hay límites en la creatividad.
Aunque los patrones parezcan complicados hay muchos sitios en internet en los que te los explican paso a paso, y luego, tu imaginación es la que lo hace propio y diferente. No se trata de crear un arte bonito, sino de centrar la atención, relajar la mente y dejar que los detalles aparezcan mientras te concentras en el patrón general.
En el año 2004, dos americanos, Rick Roberts (educado como monje budista) y Maria Thomas (calígrafa), crearon el método Zentangle (marca registrada) para estimular su creatividad y concentración, que consiste en crear dibujos a partir de patrones abstractos siguiendo unas reglas básicas.El Zentangle se basa en los principios del origami y el arte tradicional japonés de la pluma y la tinta. Ellos le llaman “arte meditativo”, y su objetivo principal es la meditación y la calma; “es un arte para todos en el que no se requiere una habilidad especial y cuyos resultados son sorprendentes” y muchas veces, hasta hipnóticos.
Cómo hacerlo
Los principios o reglas que hay que seguir en este método de relajación son:
- Concentración en los trazos del dibujo que estamos realizando.
- Se busca lo no planeado, la sorpresa, la marca personal… así que no se permite borrar (eso hace que la mente esté más atenta y busque soluciones para enmendar posibles errores).
- Siempre tinta negra sobre papel blanco.
- Se dibuja sobre lo que llaman “teselas” (tiles) cuadradas de 8,89 cm de lado, hechas de algodón 100% y una textura rústica que favorece el sombreado.
- Se crea un dibujo abstracto que no tiene que tener una orientación o composición determinada.
“El zentangle aporta numerosos beneficios tales como el aumento de la autoestima, la relajación, el alivio del estrés, el desarrollo de la creatividad, mejora la coordinación mano/ojo y aumenta la capacidad de concentración y atención”
Título certificado
A raíz del confinamiento que sufrimos en el 2020, muchos CZT (Certified Zentangle Teacher), que habían ido a Estados Unidos a prepararse y titularse en esta disciplina con los creadores Rick y Maria, decidieron compartir sus conocimiento y los beneficios de esta técnica con todo el mundo, dando clases, también llamadas sesiones, desde Instagram, Youtube y otras plataformas. Todo esto de manera totalmente gratuita, lo que hizo que la popularidad del Zentangle subiera como la espuma y sus beneficios se extendieran, aunque no os lo creáis, por todo el mundo.
En todos los rincones hay CZT, cada uno con su manera de dibujar y de explicar los patrones, así que puedes elegir el que más te guste o el que más te ayude a relajarte. Los hay que con su voz consiguen que tu concentración se multiplique, te enseñan a hacer una respiración consciente que te ayuda a interiorizar lo que estás haciendo; los hay que te cuentan cuentos que te hacen pensar y meditar; puedes aprender idiomas porque hay profesores en una infinidad de países que hacen la sesión en su lengua…. Vamos, que todos son ventajas.
Diversión y relax
A nivel personal, el dibujar tangles, os diré que es una manera maravillosa y divertida de ejercitar el cerebro, a la vez que te relajas, ya que según vas trazando los patrones y repitiéndolos de forma automática, la mente se va despejando y concentrándose en el momento presente.
Se necesita muy poco material para empezar a practicar esta meditación creativa, solo un lápiz, un rotulador negro de punta fina (mejor de los de tinta indeleble), un difumino y una cartulina blanca. Después buscar un patrón que te guste (o varios para mezclarlos) y lanzarte a dibujar. Ya sabes, no hay nada mal hecho, así que no hay que preocuparse por nada, solo disfruta del proceso de creación de algo hermoso. Cuando termines de dibujar, viene la parte de la magia, que es darle sombra y profundidad a lo que has hecho con el rotulador. Y cuando termines firma tu dibujo, una o dos letras, algo que te identifique; tu obra de arte, porque eso es lo que es, tiene que identificarse con esa rúbrica. Y por último, cógela, extiende tu brazo y disfrútala, mírala y vuelve a mirarla, con el orgullo del trabajo bien hecho.
