La victoria en San Sebastián es la de la tranquilidad. La de un COB que confirmó que el partido de Lleida fue solo un lunar en mes y medio notable y además con coartada. La baja (presencial) de Pilepic y la (espiritual) de Jhornan Zamora limitaron todavía más a un equipo que ya está acostumbrado a no contar con Seydou Aboubacar, Stojan Gjuroski y… Chaz Williams. Demasiados peros para competir en una pista tan complicada.
Ganó al Gipuzkoa y lo hizo jugando muy bien. Anotando 89 puntos y haciéndoselo a la segunda mejor defensa de la liga. Con Jhornan Zamora tirando del carro, pero sobre todo jugando todo el equipo siempre con criterio en ataque. Muchos tiros en buenas posiciones. Zamora lideró, pero Ventura, Pilepic o Peciukevicius también asumieron la responsabilidad con valentía y acierto.
Nadie le puede exigir al COB ganar al Estudiantes, pero todos los aficionados ourensanos van a confiar en que lo puede conseguir. Esa es la clave de este equipo. Con tranquilidad, pero jugando a su máximo nivel, debe ser siempre competitivo para acercarse poco a poco a la meta, la permanencia.
