El COB regresa al Pazo y lo hace para afrontar la primera "final" de la temporada. Un partido clave para disipar dudas y definitivo para confirmar el objetivo de lo que resta de temporada. Ganar al Cáceres no garantiza nada, pero perder obliga a pensar solo en la permanencia. Como en aquella serie de libros juveniles, ha llegado a una página en la que decidirá a qué capítulo dirigirse a partir de ahora.
Partido incómodo para un COB inestable. Capaz de jugar buenos minutos y de diluirse poco después. De no ser capaz de ganar en casa a Almansa u Oviedo y de tener balón para hacerlo en casa del líder.
Romper esa dinámica es el único objetivo que puede plantearse un equipo que ha tirado por tierra en el inicio de la segunda vuelta todo lo bueno hecho en la primera. Presión añadida para una plantilla armada ahora hasta los dientes y con repertorio para ilusionar, pero obligada a demostrar que sabe hacerlo con viento en contra.
La llegada de Txemi Urtasun ha añadido un pieza que el COB no tenía. El jugador con calidad y experiencia al que recurrir en los momentos complicados. Debuta en el Pazo y lo hace con el listón alto tras lo mostrado en Valladolid.
Si se confirma lo visto en el último partido, Alfredo Ott recupera el papel de titular, con Urtasun ajustándole los minutos y Pluta como último relevo.
La batería exterior es interminable, pero también en la zona. Con tres "cincos" y convencido de poder sacar provecho de esa profundidad de banquillo sin tener que depende de nadie, seguro que esta tarde García de Vitoria insiste en rotar a sus interiores para intentar desgastar a un rival que también tiene artillería de la que tirar.
En Valladolid funcionó y los pívots del COB acabaron sumando en la segunda mitad y dominando la zona. Otra historias es el rebote. Y además, dato clave.
No es capaz el equipo ourensanos de superar ese hándicap que lo ha condicionado en demasiadas jornadas. Si no cierra esa grieta y vuelve a regalar posesiones las opciones de victoria bajarán radicalmente. Enfrente tienen a un mal enemigo para debilidades. El Cáceres carga mucho y bien el rebote.
Uriz y la confianza
Al margen de los nombres y de las características, la mayor diferencias está en las sensaciones. El Cáceres llega crecido y con margen para no titubear. Sabiendo que si gana descarta a un rival y si pierde coge el autobús todavía con una buena ventaja.
A esa confianza le suma el contar uno de los bases más fiables de las competición. Ricardo Uriz ha dado un paso adelante en el momento clave de la temporada. Lidera al equipo en juego y en toma de decisiones y libera a una plantilla que, como el COB, no tienen dependencias en ninguna de las demás posiciones. El duelo con Alvarado será otra de las clave. A Figueras se le sigue esperando, pero su trabajo de desgaste no vendría nada mal un día como hoy.
Un partido con muchos alicientes entre dos plantillas parejas y que pueden separar definitivamente sus caminos o enzarzarse en la pelea por una meta que garantiza la ilusión y, de paso, disipa los miedos. Ese es el objetivo del COB esta tarde, volver a divertirse en una liga que todavía lo está esperando.
Pazo Paco Paz, 19:00 horas.
Wood y Tshikaya jugarán pese a tener problemas físicos
Connor Wood se perdió varias sesiones durante la semana por un problema vírico y Thomas Tshikaya por un esguince de tobillo. Ayer ya estaban con el grupo y no tendrán problemas para jugar.
El partido contra el Gipuzkoa en el Pazo se adelanta al día 20
El próximo partido en el Pazo será el día 20. El COB optó por adelantar la visita del Gipuzkoa para tener un día más de recuperación de cara a la siguiente jornada, en la que visitará al Huesca el día 25.
