El COB se regala ilusión ante el Burgos (95-91)

COB ante el Burgos
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Jhornan Zamora lideró a un equipo sobresaliente en todos los jugadores e impecable en el debut de Iria Romarís en el banquillo para tumbar al Burgos

Los jugadores del COB se nota que se están divirtiendo jugando”. Lo dijo Gonzalo García de Vitoria durante la retransmisión del partido para Telemiño. Y esa era la clave. Por el cambio de entrenador, por la llegada de Jhornan Zamora, porque el Pazo empujó como si fuese la temporada en ello o porque los jugadores quisieron reivindicarse. Por un poco de todo, pero el COB pasó del abatimiento a la euforia en tiempo récord, de no competir contra equipos de descenso a dominar de principio a fin ante uno de los favoritos al ascenso. En una primera mitad de temporada con casi nada que aprobar el COB despidió el 2022 en el Pazo con un partido sobresaliente.

Ganó en la prórroga y mereció hacerlo con mucha más holgura, pero quizá esa dosis extra de sufrimiento fue solo una palada más de reivindicación. Ni un pero admitió el equipo de Iria Uxía Romarís. El Burgos malvivió desde el talento individual y la superioridad física, pero el partido se jugó siempre a lo que dibujó el banquillo local. 

La entrenadora santiaguesa es la primera en dirigir un partido en la LEB Oro y no pudo ser mejor. Hoy el club debería anunciar nuevo entrenador, pero Romarís le cambió la cara a los mismos jugadores cabizabajos y temerosos de hace tres días.

El primer paso lo dieron Fahrudin Manjgafic y el tiro exterior. Con un 5 de 7 en triples el COB empezó con buenas sensaciones y viéndose competitivo (21-25). Y luego le dio una vuelta más de tuerca. Pasó a sentirse cómodo en la pista y a sumar jugadores para la causa. Al descanso Chaz Williams era el jugador más valorado del partido (16) y su equipo pasó de arrastrarse en Oviedo a volar en el Pazo (48-39). 

Intensidad máxima en todos los jugadores y una baloncesto alegre, rápido, atrevido, competitivo… para lo que se diseñó esta plantilla.

Todavía le dio otra vuelta más el equipo ourensano tras el descanso. Amagó incluso con romper a un Burgos incapaz de hacer dos ataques seguidos con tiro en ventaja y, sobre todo, de contener a un rival vertical y valiente en casa emparejamiento. La ventaja llegó a los 11 puntos (61-50), pero Barrera y San Miguel evitaron el descabello (67-62).

Último cuarto y prórroga

Jugando muy bien el COB ganaba por muy poco (67-65), pero nunca bajó la cabeza. Cuatro defensas seguidas y tacita a tacita recompuso la renta (78-71), pero no supo rematar y el arbitraje ayudó para que no lo hiciese. El Burgos volvió a sobrevivir y forzó la prórroga con una canasta de Mahalbasic (81-81). Manjgafic tuvo un triple cómodo para ganar el partido, pero tocó hierro.

El COB llegó al tiempo extra tocado y el Pazo en silencio, pero tardó un ataque en volver a la andadas, a creer los de abajo y rugir los de arriba. Faltaba por aparecer Jhornan Zamora y el escolta venezolano, como si no pasase el tiempo, confirmó su idilio con esta afición y este club. 

A su primer triple lo respondió Barrera, pero el Burgos chocó contra un jugador que es más que un líder, es un ídolo. Zamora anotó 12 puntos decisivos en la prórroga y metió el tapón definitivo (93-89).

El Burgos ya no tuvo el mismo acierto para apurar algo sus opciones, pero el trío arbitral le dio dos bolas extra con una técnica a Zamora por tirarse cuando había tropezado y una clara falta a Cera no pitada que acabó en banda para los visitantes por no cruzar a pista de ataque en 8 segundos.

Ya daba igual. El COB apretó los dientes una vez en defensa, cerró la zona y acabó celebrando con la rabia del que llevaba muchas semanas pasándolo mal. De golpe ha encontrado el camino y además al mejor guía posible para llevarlo a la meta. El mejor regalo posible en el mejor momento.

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