El equipo ourensano forzó el quinto partido sacando del campo al Burgos y poniendo en pie a un Pazo que despidió a los suyos como campeones
Ay ese palmeo de Sinica en el primer partido! Esa jugada mantiene con vida a un Burgos que sale del Pazo trasquilado e impotente. Como más duelen las derrotas, cuando no hay excusa y solo queda la sensación permanente de que el rival es inaccesible. Ese palmeo que obliga al COB a repetir desplazamiento sabiendo que dos recitales consecutivos solo valen para tener la oportunidad de jugarse en pista ajena la eliminatoria.
Así son los play off, apasionantes. Eso sí, ocurra lo que ocurra mañana, el COB se ha ganado cada ovación recibida. Complete la gesta, coja vacaciones, supere al Huesca o ascienda de nuevo a donde ya tiene plaza, este equipo es inolvidable. Un ejemplo del que merece la pena hacer análisis pausado cuando acabe la temporada.
Llegó de Burgos contra las cuerda y sale con la cabeza alta y los puños en alto. Con el rival grogui y recurriendo al rincón para tomar aire. En El Plantío será distinto pero los jugadores son los mismos.
Y ahora además con Rivero desatado. ¡Qué gozada verlo jugar! Cuando está de quiero es mejor darle al REC y avisar de la joya grabada. Su equipo empezó mandando y él puso la sentencia ya antes del descanso. Anotó 12 puntos en cinco puntos que hicieron bueno el trabajo de Fernández, Rowley o Martínez y la calidad de Zamora.
El jueves sobró el último cuarto. Ayer también, pero incluso el tercero. 27 puntos de ventaja y un Pazo con la sonrisa de oreja a oreja.
Mañana puede acabar la temporada o empezar el sueño de la ACB. Porque este COB tiene limitaciones pero también juega como el que más. Como gane mañana...
Esta vez no tendrá a su afición detrás pero ya sabe que es capaz de competir en el rebote, tiene a su batería exterior en fila y la sensación es que sus piernas son más fuertes. Burgos recupera efectivos pero pierde confianza.
Quedan 40 minutos para decidir quién llega a las semifinales del play off pero el COB ya no puede hacer más méritos. El cupo está cubierto. Ahora solo toca disfrutar de lo conseguido y saber que, pase lo que pase, Ourense está orgullosa de su equipo.
