Un COB en el imprevisible oeste

La plantilla del COB tiene en su agenda un partido de baloncesto el domingo a las doce del mediodía en Valladolid. La rutina de cada otoño es ahora una añorada normalidad que obliga a pensar en positivo, pero que condiciona el día a día, también del deporte. Por supuesto de la LEB Oro. Antes del salto inicial al equipo ourensano le queda un viaje en autobús que realizar, una concentración en un hotel del que está prohibido salir, dos entrenamientos a puerta cerrada y, sobre todo, esta mañana un test sanitario que pasar. La cita más importante de la semana porque de ella depende que arranque una liga tan anhelada como imprevisible. A media mañana el COB sabrá si puede jugar y acto seguido saltará al parquet para seguir acoplando las fichas y decidir cómo hacerlo. Por ese orden. Así es ahora la catecismo de una temporada en la que la mascarilla es el menor de lo problemas. Dudas, aplazamientos y test al margen, la LEB Oro tiene todos los elementos para seguir siendo apasionante. Esta temporada incluso más. Para los que quieren ascender la rampa no puede ser más empinada. Los que firmarían salvarse tienen más papeletas que nunca para no conseguirlo. Una liga achatada por los polos y que comprimirá a los equipos en dos grupos iniciales sin margen de error, una segunda fase diabólica para los que estén abajo y un play off de ascenso final casi al fallo en las tres eliminatorias. Una vuelta de tuerca terrible para completar una liga siempre sorprendente. Además, al COB le ha tocado competir en el grupo más duro. El mapa ha decido sin trampa ni cartón. La única era duda era dónde caería el Melilla y ahí las matemáticas siempre son juntas. En un grupo 11 y en otro 8 no tendría sentido. Que unos estuvieses obligados a coger dos veces el avión y otros ninguna, tampoco. La primera cita ya avisa de lo que viene. Un Valladolid que dominó con mérito incuestionable la liga pasada y que luego fue algo menos "in" en las formas de defender lo mejor para su competición. Le toca al COB medirse a un equipo que no regala ninguna defensa por ADN del banquillo y que está sobrado de talento, centímetros y puntería. Lo tiene todo para volver a estar con los mejores, aunque vuelva a empezar en el segundo vagón. Los favoritos En el primero están dos gallegos. El Breogán no necesita presentación. Tiene siempre uno de los presupuestos más alto de la liga y una única meta válida y para ascender ha fichado lo bueno conocido. La teoría no podía ser mejor. Una plantilla sin grietas, un entrenador para viajes largos y una afición que empuja (en las dos direcciones) más que ninguna. El Básquet Coruña se atreve a discutirle casi todo, empezando por un desembolso que le quita cualquier careta. Tiene una plantilla de tanto nivel que quedarse cerca no sería un éxito. En su caso jugará con menos presión, pero a la vez transmite la sensación de estar dando constantes pasos adelante en un proyecto que tarde o temprano llegará a la ACB. El Palencia completa el poker de "elegidos". Los equipos de Arturo Álvarez también tienen sello propio y los "muñecos" con los que cuenta deberían ser suficientes para estar en zona de play off. Cuatro para cinco plazas. Si las previsiones no fallan jugar por el ascenso estará así de caro en este lado del cuadro. Oviedo, Melilla, Burgos, Cáceres y Ourense deberían pelear por una vacante que, como premio gordo, les daría ya automáticamente la permanencia. Y no es poco, aunque seguro que los cinco inician la liga pensando que pueden ir a por algo más. Rivales directos El Melilla, incluso con un pellizco en el presupuesto, sigue estando en la zona privilegiada y le ha dado para renovar a algún jugador importante y para fichar a otros que ya lo son en la liga; al Cáceres el covid le impidió completar una liga en la que ya tenían el notable garantizado y ahora tratará de repetir "pócima"; el Oviedo ha ido sumando fichajes y retoques hasta acabar cerrando un equipo con varias apuestas, pero también valores seguros y un entrenador que no necesita presentación y el Burgos tratará de ser el "tapado" que aproveche el impulso del ascenso y la experiencia de "estrellas" de la liga que nunca pasan de moda con debutantes que intentarán hacerse un hueco. Eso es lo que le espera esta temporada a un COB que a estas horas, como todos sus rivales, ya se da por satisfecho con poder empezar. Acabar es otra historia.