El COB no hace cálculos, pero tiene claro que el futuro de la temporada pasa por lo que sea capaz de hacer en el Pazo. Ahí disputará cuatro de los seis partidos que le quedan y sabiendo que con esos partidos sería suficiente para certificar la permanencia.
Las matemáticas le restan dramatismo al desenlace de la liga, pero las cuentas no son tan sencillas para el equipo entrenado por Gonzalo García de Vitoria. Los averages se antojan clave en un grupo tan igualado y en el que descenderán casi la mitad de los equipos. Ahí es donde se complica el panorama para el COB.
Ante Melilla y Cáceres tiene el average perdido y ante Girona y Murcia una diferencia en contra de la primera vuelta (12 puntos) que tampoco ayudan. Incluso ahí hay matices. Pese a tener el average perdido, si el COB acabase empatado con Melilla y Cáceres el peor clasificado sería el equipo norteafricano.
Diez victorias aseguran la continuidad en la LEB Oro y nueve podrían ser suficientes para un COB que tiene ahora mismo seis. En el club son conscientes, pero prefieren ir partido a partido sabiendo que cualquier jornada puede cambiar radicalmente escenario. Empezando por la primera de la segunda vuelta. El COB recibe al líder del grupo y una derrota lo deja contra las cuerdas, pero una victoria lo mete de lleno en la pelea por la primera plaza, que permite disputar el play off de ascenso a la Liga ACB.
En el arreón final el COB tiene el “comodín” de acabar la liga contra un Canoe ya descendido, pero en una situación crítica si no es capaz de sacar antes alguno de los partidos ante Girona y Lleida. Si el COB perdiese esos dos partidos llegaría obligado a ganar a Murcia y sobre todo a no perder los dos partidos o el average ante el Huesca para no descender.
Un galimatías todavía de combinaciones de todo tipo que solo tiene dos cosas claras: que el COB depende de sí mismo para salvarse y que ganando los partidos del Pazo le llegaría para conseguirlo. El domingo irá a por la primera.
