LEB ORO

El COB llega hasta donde puede

Balaban lanza  canasta ante la oposición del jugador del Coruña Blackwell (NANDO MARTÍNEZ).
photo_camera Balaban lanza canasta ante la oposición del jugador del Coruña Blackwell (NANDO MARTÍNEZ).
El equipo ourensano encajó una nueva derrota lastrado por las limitaciones físicas que lo condenaron con el paso de los minutos ante el Básquet Coruña

El COB perdió ante el Básquet Coruña en un partido que confirmó todo lo bueno y lo malo del equipo ourensano. Encajó su cuarta derrota consecutiva compitiendo hasta el final gracias al buen baloncesto que siempre juega, pero lastrado por los alarmantes problemas físicos que lo maniatan ante todos los rivales de la zona alta de la clasificación.

Con el COB no hay ni trampa ni cartón. Tampoco tiene cartas para engañar a nadie. Desde el primer minuto carga su juego sobre Darko Balaban y genera ventajas con un base, Alvarado, que empieza a desesperarse por las limitaciones que lo acompañan en el perímetro. Entre los dos asumen el peso de un equipo en el que la aportación de los aleros se limita al acierto que tengan en los triples y los interiores a la pelea de Van Wijk, los minutos de Serrano y la ruleta rusa de aciertos y horrores de Tshikaya. Y no hay más.

Con eso, pero jugando siempre con orden e intensidad, el COB estuvo en partido. Compitió hasta el final ante un rival que aspira a lo máximo en esta liga, que lo duplica en presupuesto y que solo fue superior cuando el COB se quedó sin fuerzas.

El Básquet Coruña fue mostrando sus bazas con el paso de los minutos. Empezó con el tiro exterior de Djuran, luego con el físico de Green y Kamba, más tarde con los recursos de Hamilton, casi siempre con las pinceladas de calidad de Xavier y en el último cuarto dio el arreón definitivo de la mano de Peciukevicius. Además, otras seis rotaciones para ir desgastando a los pares.


Sin físico y sin rebote


Enfrente todo era más sencillo. Jugaba Alvarado y anotaba Balaban. Con eso le dio siempre al COB para nivelar el marcador. Además, a la que le entraron los tiros a Wood o a Pluta se puso incluso por delante. En la primera mitad con un parcial de 0-13 balsámico (22-28) y en la segunda con otro 0-9 (47-47) que obligó a los locales a trabajar hasta el final.

Esta vez el COB no bajó los brazos ni dejó de competir. Hizo lo máximo posible y dio la mano al final con la cabeza alta.

Otra cosa es que empiece a fallar la moral y la confianza en un equipo al que lo han desnudado sus últimos cuatro rivales y que necesita ya los refuerzos que tenían que haber llegado hace un mes.

Otra vez el COB jugó en inferioridad de condiciones. Sin defensa ante los pares más físicos, como Kamba o Hamilton, y sin rebote. En el defensivo concedió 13 ataques más a su rival y ofensivo sencillamente no tiene. Tampoco tiene intimidación ni balance defensivo cuando los de siempre empiezan a jugar pidiendo mascarilla de oxígeno.

Muchos problemas de músculo y centímetros que además se multiplican cuando algunos referentes desaparecen. La lupa está puesta en traer un pívot que equilibre la plantilla, pero no disculpa la falta de un líder que se da por desierto esta temporada. 

En Lugo Alfredo Ott y Edu Martínez estuvieron desaparecidos. Este viernes también. 

Sin físico, sin rebote, con bajas y con jugadores que no suman, muchas otras cosas tiene que estar haciendo bien el COB para competir casi siempre y estar con 8 victorias. En A Coruña llegó sencillamente hasta donde pudo.

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