El COB se pone serio

El COB llegó exigido a Madrid y sale reforzado tras una demostración de implicación que endereza el rumbo y a la vez evidencia la dejadez de citas anteriores. Había demostrado en el Pazo que podía ser un equipo equilibrado en ataque y en defensa y confirmó que también puede serlo como visitante. Un partido, el de ayer, que lo deja sin excusas para justificar los anteriores y lo impulsa indiscutiblemente para lo que está por venir. Esperó a estar con el agua al cuello, pero parece capacitado para reaccionar a tiempo sin tener que contener la respiración. El empujón de ayer es clave. Por la victoria y sobre todo por cómo la consiguió. Desde la primera defensa se vio a un COB agresivo,intenso y concentrado en todos los emparejamientos. Correcto en el balance defensivo y en el rebote. En ataque hace semanas que ha demostrado que tiene tantos puntos como cualquiera y a la que mantuvo la presión defensiva empezó a abrir brecha en el marcador. No negoció nunca con la implicación y esa fue la clave. El Canoe se fue haciendo pequeño con el paso de los minutos y el COB no bajó el rendimiento con las rotaciones. Maduró al rival y resolvió sin apuros un partido muy peligroso. Consistencia todos los cuartos Mikel Úriz dominó totalmente el juego hasta el descanso. En su primera presencia en pista todo pasó por sus manos. Generó ventajas en cada ataque y fue a asistencia por minuto en un primer cuarto en el que el Canoe no tuvo problemas para mantener el ritmo anotador incluso con Adonys Henríquez y Andre Spight muy entonados (20-20). En el segundo cuarto no bajó marchas el COB y empezó a encontrar réditos. Yates jugó e hizo jugar, Mazaira y Spight ejecutaron y el marcador empezó a inclinarse. El primer arreón (24-30) se quedó en nada después de tres defensas sin rebote defensivo, pero el segundo envió a los equipos al descanso ya con la sensación de ir en direcciones contrarias (39-44). Sensaciones que se confirmaron tras el paso por vestuarios. Úriz sumó al recital de asistencias dos triples casi consecutivos y la ventaja se estiró ya sin remedio para un Canoe incapaz de anotar una sola canasta fácil e impotente para minimizar la producción ofensiva de un COB sin parones (55-67). En cada rotación el equipo ourensano le metía un mordisco más a la ventaja (61-76) y el Canoe recordó que no tenía nada en juego para acabar de bajar los brazos con cinco minutos de antelación. Quedaba disfrutar del premio repartiéndose las últimas posesiones para hacer números y colorear una victoria vistosa desde todos los frentes. Sobró medio cuarto mérito siempre de un COB que por fin mostró carácter competitivo para reivindicarse lejos de Ourense. Una victoria para tomar aire en una pelea por la permanencia a la que le queda todavía mucha piedra que picar, pero para la que los de Gonzalo García de Vitoria parecen haberse puesto el casco.