Andre Spight, Adonys Henríquez y Mikel Úriz. Entre los tres dominaron a un Breogán que fue siempre a remolque y nunca se pudo sentir cómodo en un derbi indiscutible para un COB que, ahora sí, parece haber encontrado el camino ascendente.
Los tres "pequeños" manejaron el partido a placer y guiaron a su equipo en una victoria que no suma en la clasificación, pero sí impulsa la confianza en un COB que debe empezar la segunda fase confiado en poder lograr el objetivo de la permanencia e ilusionado con poder hacer una buena temporada. Ante el Melilla iniciará ese camino y bajará la persiana a la primera fase. Ese partido sí valdrá, y doble.
El "nuevo COB" es todavía más peligroso en ataque y empieza a ser competitivo en defensa. No regala nada y eso ya es mucho sabiendo de donde viene. Por ahí ya le vale para competir, que también es otro un paso adelante, y a la que aparecen los puntos domina los partidos. Al Breogán, de principio a fin para sumar la tercera victoria consecutiva en el Pazo.
En la primera mitad cedió cuatro rebotes en su aro y ni una sola canasta al contraataque. 21 puntos en 15 minutos llevaba el líder de la liga.
Para entonces Andre Spight y Mikel Úriz ya habían marcado la dirección del partido. Un COB peligroso corriendo y cómodo en estático. El norteamericano llevaba 12 puntos y el base 5 (35-21).
Un equipo sólido en defensa y equilibrado en ataque. Con un acierto en el triple (6 de 11) que marcaba diferencias cada vez que el Breogán intentaba engancharse en el marcador. Solo Kevin Larsen fue capaz de hacer daño a un zona ourensana dura e intensa con todas las rotaciones.
No cambió mucho el partido en la segunda mitad. De nuevo empezó mejor el COB (55-42) y otra vez apareció la batería exterior para minimizar cualquier reacción visitante. Esta vez se sumó Diogo Brito y Spight soltó otros dos chispazos marca de la casa para solidificar la renta (59-49).
Amagaron incluso los de Gonzalo García de Vitoria con romper definitivamente el partido al inicio del último cuarto (62-49), pero Yates se quedó bajito en la zona en dos jugadas consecutivas y Sollazzo apuró una última vez las opciones lucences (64-59).
Ahí apareció el tercer "mosquetero". Con la misma contundencia que Spight, Adonys Henríquez se echó el equipo a la espalda. Dos triples consecutivos y 11 puntos en ocho minutos para resolver un partido muy completo de su equipo. En la primera mitad había sumado Van Wijk y en la segunda fue Mazaira el que completó el trabajo en un puesto que ahora tiene una oferta interminable.
Sobraron los últimos minutos de un derbi al que el COB le puso el ruido suficiente para hacerlo atractivo. Un partido para aumentar la confianza en sí mismo y para reclamar la atención de cara a lo mucho que todavía queda por venir.
