LEB Oro

El COB, un vaso a medio llenar

Thomas Tshikaya lanza a canasta en el partido ante el Canoe. (Foto: Xesús Fariñas)
photo_camera Thomas Tshikaya lanza a canasta en el partido ante el Canoe. (Foto: Xesús Fariñas)
El club tiene argumentos para pensar en otra temporada ilusionante, pero también limitaciones a corregir si no quiere pensar en objetivos más modestos en 2020

El COB despide el 2019 con la extraña sensación de estar avalado por los resultados, pero intranquilo por el juego del último partido y ciertas limitaciones recurrentes a lo largo de la primera vuelta.

Confortablemente asentado en la zona de aspirantes al play off, pero con problemas graves en el juego más propio de equipos que luchan por la permanencia. El COB cambiará de calendario con certezas para ser optimistas y dudas que disipar para no pasar problemas. 

La clasificación

La permanencia está muy cerca

Quedan dos jornadas todavía para acabar la primera vuelta y el COB tiene la salvación a cuatro o como mucho cinco victorias. El objetivo de la temporada está encauzado y eso, al margen de más consideraciones, es lo que realmente pone nota a la temporada.

Pese a encadenar tres derrotas seguidas este COB firma las mismas victorias que el de la temporada pasada.

Margen de mejora

Jugadores irregulares

El COB lleva ocho victorias con todavía muchos jugadores muy lejos del rendimiento que pueden dar.

Alfredo Ott se marcha esta semana a Estados Unidos para casarse y el club confía en que a su regreso la temporada sea un punto de inflexión. Un jugador clave para equilibrar el juego y muy lejos del rendimiento de la temporada pasada.

Pol Figueras tiene margen para dar mucho más, a Thomas Tshikaya le está costando tener minutos porque necesita mejorar mucho en la toma de decisiones, pero tiene físico para dar buenos minutos de rotación si lo consigue, Andrejz Pluta está desaparecido, Manu Vázquez tiene un rol marginal, Edu Martínez es irregular, Connor Wood ha ido de menos a más y Víctor Serrano es casi irrelevante. 

Solo Darko Balaban y Kevin Van Wijk y Óscar Alvarado mantienen una línea regular toda la temporada.

Dureza mental

Sin capacidad de reacción

La segunda mitad del partido de Alicante fue un toque de atención y en Lugo se confirmó un problema de fortaleza mental muy preocupante. Gonzalo García de Vitoria lo dejó claro en la última rueda de prensa: "Somos un equipo al que le cuesta agarrarse al partido cuando las cosas van mal".

Un problema con difícil solución si los jugadores son los mismos y no llega nadie que pueda asumir un liderazgo hasta ahora huérfano.

Falta físico

Limitado en músculo y centímetros

No es casualidad que partido tras partido el COB conceda muchos rebotes ofensivos. Tampoco que casi no anote canastas cerca del aro con jugadores de perímetro o que le cueste intimidar en su propia zona. Falta un exterior como Sergio Rodríguez que aporte en las dos zonas y un interior como Watson que equilibre la intensidad que le falta a Balaban y el juego por encima del aro que no tiene Van Wijk.

Fichajes

Vendrá algún refuerzo

El COB quiere fichar desde hace semanas pero, como ocurriera con Davis Rozitis, Gonzalo García de Vitoria tiene claro lo que quiere y no fichará otro tipo de jugador. La prioridad es un jugador que aumente el físico y (o) el carácter del equipo y a día de hoy no hay ninguno que lo convenza. Los que interesan siguen teniendo equipo.

Golpe de realidad

Un presupuesto demasiado bajo

La LEB Oro sigue creciendo y el COB se está quedando peligrosamente estancado en organización y en presupuesto. El Breogán presentó el día 26 un presupuesto de 1,4 millones de euros y el Básquet Coruña unos días antes uno de 1,3. Los vecinos son dos ejemplos de una liga en la que todos los equipos rondan el millón de euros y el COB no supera los 600.000 euros. 

En 2020 el COB tendrá un apoyo institucional suficiente y un buen patrocinador principal. Necesita aumentar el músculo y la ambición en su Consejo de Administración.

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