El COB sabía de la importancia del partido ante Melilla en la lucha por la permanencia y logró una contundente victoria en el Pazo ante sus aficionados (74-54). Un triunfo cómodo en el que además se recuperó el average contra uno de sus rivales en el objetivo de permanecer en la LEB Oro.
Ojalá todos los partidos clave por la permanencia sean así. El COB logró en el Pazo una victoria necesaria para mantener a distancia la zona de descenso, hundió un poco más a un rival directo -entrenado por el ayer ovacionado excobista Gonzalo García de Vitoria- y mejoró en su juego y confianza de cara a los próximos y más complicados encuentros.
No hizo falta crear una atmósfera de olla a presión. Los algo más de 3.000 espectadores disfrutaron del encuentro con una actitud propia de la Scala de Milan. No hubo polémicas arbitrales, pese a que la competición tuvo el dudoso detalle de designar como árbitro principal a un ourensano, Guillermo Ríos. Innecesaria responsabilidad para el colegiado en un partido trascendental. Porque el COB cumplió a la perfección el guion ideado y escrito por el técnico Félix Alonso, dirigido -sin saltarse una coma- por el base Peciukevicius y protagonizado por una plantilla alegre, por momentos aparentando realizar un concurso de triples.
El equipo de Félix Alonso ahogó en defensa a un Melilla mermado y apesadumbrado, dejando en siete puntos al anotador Trey Davis, prácticamente desaparecido en el Estrecho durante la primera parte.
En ataque, encontró desde el primer momento los puntos débiles del colista -que hoy son muchos- y por momentos jugó a placer, moviendo con excesiva comodidad la pelota, proporcionando a todos los jugadores -no solo los tiradores- lanzamientos sin apenas oposición. Urtasun, cuatro triples, Pilepic y Gjuroski tres, Manjgafic y Williams, dos. En total, 12 No hubo más porque varios se salieron del aro y el COB se comportó por momentos como buen anfitrión.
Pocos esperaban que el partido derivase en un 38-14 en la primera parte o en un 53-23 en el tercer cuarto. La llegada del exCOB Gonzalo García y del escolta Trey Davis a Melilla habían revitalizado al rival, el técnico conocía los entresijos y debilidades ourensanos -primera parte de la temporada como comentarista en Telemiño- y el partido era vital para sus escasas posibilidades de salvación.
El Melilla suscitaba respeto antes del partido, pero todo se diluyó en apenas tres minutos. Desde el comienzo el COB dominó el juego y solo hubo atisbo de duda en la primera salida a pista de Chaz Williams en el primer cuarto y durante los minutos sin tensión del tercero, cuando el equipo de Félix Alonso cedió un parcial de 1-10 en los últimos cinco minutos.
Con la victoria en bandeja, el COB se permitió recuperar el average del desastroso partido de ida (-18 puntos) y disfrutar de las derrotas de Cáceres, Oviedo y Albacete; esperando lo que hoy suceda con Almansa e Iraurgi. Jornada reconfortante para preparar otro partido vital, el próximo sábado en la pista del Albacete.
