Diario de una Cuarentena

El deshollinador de Mary Poppins

IMG_9775 (1)_resultado

Lo aquí escrito NO es una crítica hacia los servicios sanitarios y entiendo que cada semana el conocimiento, tratamiento o prevención va evolucionando según experiencias adquiridas.

El viernes 5 de marzo nos acercamos al PAC porque mi hija llevaba desde el día anterior con fiebre. Cuando fuimos atendidos, hablamos de los síntomas y comentamos que 14 días atrás habíamos estado en Madrid (empezaba a hablarse del coronavirus en España, pero aún no había sido ni el famoso 8M). En ese momento los ojos de la doctora se pusieron como los de un conejo cuando lo enfoca un coche en la carretera. Mascarillas y para casa donde irías a aplicarnos el protocolo del coronavirus.

Una vez llegó la unidad, nos fueron comentando todo lo que teníamos que hacer mientras se vestían en la calle. Las directrices eran preparar una silla de espaldas a una mesa y ponernos las mascarillas. Hecho esto, entró la unidad y nos explicaron lo que iban a hacer. Quiero destacar que el trato fue EXCEPCIONAL y con una empatía digna de alabar. Una pena que fueran vestidos como cuando van a buscar a ET y no podamos reconocerlos en el futuro para agradecer su profesionalidad y su cariño. También remarcaron que habían tardado más porque querían asegurarse de que tenían que aplicar el mismo protocolo a los adultos que a una niña de dos años, ya que era al primer niño al que se lo iban a hacer.

Tras la explicación, me senté en la silla, apoyé la cabeza en unos cojines y sacaron el hisopo (un bastoncillo como el de los oídos que puede variar su tamaño; desde el que usa Grison hasta el del deshollinador de Mary Poppins, el nuestro era tamaño deshollinador, mala suerte). Introdujeron el bastoncillo por mi nariz hasta donde no llega un dedo en el semáforo de la calle Progreso. Dos veces por cada orificio. Cuando entraba por primera vez pensé en la niña y al parar pregunté si eso mismo se lo iban a hacer a ella. Al afirmarlo  ya no pude pensar en otra cosa. 

Tumbada en una mesa, con nosotros agarrándola y usando el mismo palo de deshollinador… no quiero contar más porque revivo la misma sensación que aquel día y con una vez ya me vale. 

Veía hoy en La Región un video de cómo iban hacer los test ahora en el CHUO (buscadlo en la web), las lágrimas volvieron a mis ojos, ahora usan el de Grison, pobrecita mi ratón.

Te puede interesar