Está bien competir contra un gran equipo, excelentemente preparado, exigiéndole plena intensidad hasta el último minuto del partido. Muy bien
El buen momento del COB nos hace lamentar una derrota contra, nada menos, uno de los equipos de la cabeza de la liga. No está mal cuando el objetivo al comienzo de la temporada era la permanencia.
Está bien competir contra un gran equipo, excelentemente preparado, exigiéndole plena intensidad hasta el último minuto del partido. Muy bien.
Está muy mal perderlo por uno de los defectos que el COB arrastra durante esta temporada. El rebote ofensivo, una cuestión de concentración y colaboración entre todos los jugadores.
Y si nos ceñimos a las últimas posesiones, está peor perderlo por dos fallos defensivos muy importantes: Uno, por las dudas de si cometer o no falta durante una presión, con alarmante falta de comunicación.
Dos, por un garrafal lapsus defensivo en un saque de fondo, después de un tiempo muerto.
Fallos -humanos- que marcan la diferencia entre estar más o menos arriba en la LEB Oro.