El COB busca en el Pazo y ante el complicado Alicante el triunfo que le daría la permanencia casi definitiva en la categoría a tres jornadas del final
El COB regresa al Pazo y se agarra a él para resetear y recuperar el juego que lo hizo competitivo hace solo unas semanas. Recibe al Alicante sabiendo que el nivel de entonces lo dejó a las puertas de la permanencia con cuatro victorias en cinco jornadas, pero también con las dudas de los dos últimos partidos que lo acorralan en una recta final todavía con margen de error, pero cada vez más peligrosa.
Por encima del nivel de un rival tan complicado, el COB debe decidir qué cara muestra. Necesita volver a ser el equipo concentrado y duro en defensa que tumbó al Valladolid y que dejó el trabajo solo pendiente de la firma tras Melilla, Almansa y Albacete. Si lo consigue seguro que tendrá opciones.
Lo único diferente a aquel COB que ahora se ve lejano es la ausencia de Seydou Aboubacar. No es un problema menor, pero tampoco determinante para no seguir siendo competitivo. La diferencia está en la confianza y en la intensidad.
Ha bajado demasiado sus porcentajes de acierto el equipo ourensano y a la vez ha dejado de ser constante en defensa. Y los dos son vasos comunicantes. Si vuelve a ser agresivo en los contactos seguro que también recupera la valentía en ataque. La puntería es otra historia, pero el COB tiene una batería de tiradores lo suficientemente larga como para pensar en positivo su cumple antes en las otras parcelas.
No hay tiempo para inventos ni sorpresas. El Alicante seguro que trata de llevar la iniciativa del juego jugando a muchas posesiones y siendo muy agresivo en el rebote ofensivo. No dependerá de nadie y tendrá argumentos para ser peligroso en los ataques clave si se llega a un final igualado. Juega bien y sabe a lo que juega. No es un equipo de sobresaliente en la competición, pero sí de notable permanente.
El COB sabe a lo que se va a enfrentar y que necesita su mejor nivel para ganar el partido. A la vez puede jugar con la confianza de haberlo hecho anteriormente e incluso contra el mismo rival.
También tiene jugadores que seguro asumirán el peso del partido si toca hacerlo, pero sobre todo tiene que ser equilibrado y consistente. Sin despistes en el balance defensivo, duro en el rebote y valiente aunque los tiros no entren.
Están las cartas boca arriba tanto en el juego como en la clasificación. Ganar supone llegar a la meta con tres jornadas de antelación y ante una afición que responderá y corresponderá. E incluso en un partido clave, el COB sigue jugando con red, que no es poco.
