LEB ORO

Entre la tristeza y el orgullo

Los jugadores cobistas abandonan la pista de Miribilla (A.C).
photo_camera Los jugadores cobistas abandonan la pista de Miribilla (A.C).

El Río Ourense Termal no tuvo opción alguna de victoria ante el Palma y se despide del sueño del ascenso a la Liga ACB tras una temporada sobresaliente

PALMA 77 - 61 COB

 

El sueño de la ACB tendrá que esperar para el COB y para Ourense. El cuento de una gran temporada terminó sin milagro, cayendo en las semifinales de la Final Four de Bilbao ante un rival superior.

El COB necesitaba hacer muchas cosas bien y que el Palma cometiese más errores de los habituales. No pasó ni una cosa ni otra. 

Los ourensanos empezaron jugando por el libro. Sacando el máximo provecho de los trabajado previamente y anulando todas opciones ofensivas del rival. El Palma vivió la mitad del primer cuarto con un triple sobre la bocina de Gilbert  y un tiro libre de Guerra. Le sirvió para llegar a tener nueve puntos de ventaja gracias al acierto de Ott y el criterio de Van Wijk, Rodríguez y Vidal (10-19).

Todo lo avanzando lo tiró a la basura en el último minuto y medio. Tres pérdidas de balón, dos malas defensas y un parcial de 11-2 que le permitió al Palma cubrir el expediente siendo muy inferior.

El segundo cuarto fue la clave del partido. El COB cayó en el miedo y en las dudas. Incapaz de olvidar el final del cuarto anterior y de agarrarse a la defensa para sobrevivir a la falta de acierto en ataque.

El Palma empezó a jugar con fluidez y sin dependencias. Capaz de generar ventajas penetrando con los exteriores y de ser claramente superior desde la defensa. Quintela y Uclés cambiaron el rumbo de un partido que ya no tuvo marcha atrás. 

La última ventaja del COB fue tras un canasta de Watson (23-24). De ahí hasta el final del cuarto los ourensanos pidieron el descanso con desesperación. Ataques sin lucidez y nulo acierto en los pocos tiros liberados que consiguió. Llegó vivo al descanso solo por los nueve puntos de ventaja que había tenido en un primer cuarto que parecía de un partido distinto. Cada movimiento de ficha del Palma sumaba. Cada relevo en el COB era incapaz de hacerlo. Al descanso el banquillo del COB llevaba 4 puntos anotados (una canasta bajo el aro de Zamora y otra de Watson) y el del Palma 23.

Tras el descanso sí fue el COB de siempre. Pero solo en defensa. Vidal asumió el liderazgo y el Palma dejó de tener vías de anotación constantes. El COB tenía defensa suficiente para cerrar la vía de agua, pero nunca tuvo puntos para reducir la desventaja. Su paso adelante le sirvió para competir, pero nunca para tener opciones de victoria.


Último cuarto


Tocaba jugar contra un rival superior y contra el reloj. Y ninguno de los dos dio opción. El Palma tuvo en Álex Hernández y Quintela  dos bases fiables en los que poner el balón con criterio y en las zonas Barber, Uclés y Guerra no perdonaron cada vez que recibieron en buenas posiciones. En el otro lado, Zamora trató de adecentar un partido muy malo, Ott y Vidal ayudaron a sumar y Gonzalo García de Vitoria le dio los últimos minutos de la temporada a los que menos protagonismo han tenido, Stefanuto y Sow, pero que simbolizan una campaña que no admite un solo pero.  

El COB volvió a soñar con un ascenso a la ACB que seguro llegará e hizo creer otra vez a un ciudad que nunca le falla su equipo de baloncesto y que volvió a presumir de él antes, durante y sobre todo después del partido.  

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