ZONA COB

Tercer triunfo consecutivo para un COB que no entiende de dramas

Pol Figueras marca jugada en el duelo ante el Oviedo.
photo_camera Pol Figueras marca jugada en el duelo ante el Oviedo.
Una segunda mitad sobresaliente impulsó al Club Ourense Baloncesto en Pumarín para lograr su tercer triunfo del curso tras un final de infarto 
OVIEDO 81 - 84 COB

 

Contabilizará como un solo partido, pero lo visto este sábado en Pumarín bien podía contarse con tres o cuatro duelos diferentes. Un montaña rusa de sensaciones. Lo que parecía ganado, pasó a ser una incógnita. El equipo que dominaba, pasó a ser dominado. Pero al final, en el momento de la verdad, el COB apretó los dientes y salió de Oviedo con un triunfo de peso tras el 81-84 final. Un equipo que fichó tarde, que sufrió lesiones y tuvo una discreta pretemporada, se coloca con un balance de 3-0 en la zona noble de la clasificación. Pongan el adjetivo que consideren.

Hubo que sufrir. Ya de inicio. Durante los primeros dos cuartos, el COB solo se puso por delante al principio (0-2) y al final (32-33). Entre medias, un Oviedo dominador, que se movía en rentas de 5-7 puntos, con un Llorente que se rebeló como anotador y un ataque basado en el lanzamiento exterior.

Pero cuando apuestas por un bloque, pueden surgir elementos inesperados. Tshikaya dio un paso adelante en este tramo de partido para mantener al COB "en la distancia del dinero".

Fue ahí cuando empezó el recital de Alvarado. No le hizo falta mirar al aro para dominar. A base de asistencias (sumó 7 en la primera parte, por cuatro de todo el Oviedo), encontró opciones para sus compañeros. Y una canasta de Balaban puso a los ourensanos un punto arriba camino de los vestuarios.

Era justo lo que necesitaba el COB. Una dosis de confianza. Mantenerse a flote cuando el rival apretaba y disfrutar cuando la corriente empezó a ir a su favor. Dicho y hecho. Salida en tromba con la línea de tres como aliada. Hasta ocho triples en el tercer cuarto. Edu Martínez capitaneó un barco al que se subieron Connor Wood, Alfredo Ott o Kevin Van Wijk (47-62 y 50-65).  


Complicaciones


Fue un ataque que dejó a la parroquia ovetense al borde del KO técnico. Necesitaban reaccionar y solo tenían un cuarto para hacerlo. No pareció que pudieran. El último parcial se inició sin tanta chispa ofensiva, y eso le beneficiaba a un Club Ourense Baloncesto que mantenía las distancias. Pero, de repente, bloqueo. Dos acciones de dos más uno seguidas, y sendos triples asturianos, complicaron todo (75-78, minuto 38). Había que volver a ganar un partido que parecía ganado.

Y las pulsaciones se aceleraron aún más con el empate a 78 de un Oviedo que estaba crecido. Pero apareció Connor Wood para mantener el idilio con los triples y decir que el equipo estaba muy vivo. La mano de Edu Martínez en dos tiros libres decisivos terminó por sentenciar un triunfo de sangre, sudor pero sonrisas.

Tres de tres. Una pista complicada conquistada y un equipo que tiene todavía margen de mejora. Pero trabajar desde las victorias es otra cosa. El COB demostró carácter, en las buenas y en las mala, y se permite una licencia para soñar. "Pies en el suelo" repite Gonzalo García de Vitoria. Habrá que hacerle caso.

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