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La final, más viva que nunca

LUGO. 29.05.2015 TERCER PARTIDO ELIMINATORIA ACB. BREOGAN - COB. FOTO: MIGUEL ANGEL

El Breogán ganó su segundo partido en un ambiente pasional contra un COB lejos de su mejor versión aunque siempre vivo en el partido

Remontando el río Miño, cerca de las montañas, se encuentra el refugio del eterno rival del COB, si consideramos como tal el espacio comprendido desde 1989. This is Lucus Augusti, fogar do Breogán. Pabellón donde sí se emite por los altavoces el himno gallego al completo.  Tercer partido de la serie por el ascenso. El Breogán comenzó la serie encajando pero ayer pasó al contragolpe. 2-1 y mucho a su favor para decidirla ante su gente.

Gente entusiasta, aproximadamente unos 5.500 espectadores, perfectamente coordinados y dirigidos por José Areñas, clásico entre los 'speakers' del baloncesto nacional con su voz gutural. No desentonaron los aproximadamente 500 aficionados ourensanos desplazados hasta el Pazo dos Deportes en pasión y colorido. Alguno incluso entabló una interesante discusión de gran nivel intelectual con otro paisano del lugar. Mejor el Breogán durante la mayor parte del encuentro, muy al estilo del segundo partido. El base Dani López volvió a ser determinante en anotación y liderazgo, llevando a su equipo a jugar el estilo que le costó encontrar durante los primeros 45 minutos de la final, siempre complementado bajo el aro por esa roca maciza llamada Gary McGhee y los escurridizos Llorca y Alex López.

El COB tardó en incorporarse al partido, al igual que varios aficionados ourensanos, sorprendidos por las colas alrededor del recinto. El intento de 'dos contra uno' sobre el inabordable McGhee fue castigado con la primera ventaja lucense. Los numerosos errores en el juego hicieron pensar en una avalancha local, si bien este COB siempre se agarra a cualquier clavo ardiendo y llega vivo al final.


La inspiración, viene y se va
El lanzamiento exterior en ocasiones, la inspiración que tan pronto viene como se marcha... La mejor solución fue la defensa zonal.

Cuando el COB la empleó logró sembrar la duda en el Breogán -incluso en el propio Dani López- frenar su acierto y responder en su turno. Con o sin McGhee. Pedro Rivero se jugó un triple para hundir un cansino y adelantó al equipo de Gonzalo García, 65-68. Fue el último suspiro, porque el Breogán logró puntos en el resto de sus posesiones y el COB encadenó errores sin fin. En el peor momento.
¿Todo está perdido? La igualdad es tal que la confianza es tan mal compañera como el derrotismo.
La final se enfanga, se complica, agota... Pero parece más viva que nunca. Y la vida no es sencilla.

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