Un Girona con mucha artillería

El Ibereólica Renovables Ourense recibe mañana al líder de la categoría, un Girona baloncesto reformulado en su proyecto, pero que apunta maneras de retorno a la máxima categoría. De la mano de Marc Gasol, impulsor de la refundación del club desde categoría autonómica, el conjunto catalán está dando pasos de gigante para recuperar el tiempo y el lugar perdido a base de un trabajo constante y decidido. Nada se deja al azar en el Girona. El barco lo dirige un hombre con experiencia, Carles Marco, gran conocedor de la categoría tanto como técnico como en su papel de director de juego. Y si bien los resultados no fueron todo lo positivos que cabría esperar en la primera fase de competición, en la segunda dominan con mano de hierro y son serios candidatos a hacerse con la plaza que da derecho a pelear por el ascenso, esa misma que ansía un Club Ourense Baloncesto que debe ganar a los catalanes para seguir en la lucha. Para ello será importante frenar al Girona desde el puesto de base. Albert Sabat es la brújula de un Girona que ha confiado en la veteranía del catalán para llevar al equipo a buen puerto con Kari Jonsson (aunque también juega al puesto de "dos") y Pedro Barral como complementos que se ha adaptado a la perfección a su rol en el juego. Del puesto de base, a la parcela interior. Si frenar a Sabat será una tarea de trinchera para Úriz y Dimitrijevic, el más difícil todavía llegará con los dos pívots de referencia del conjunto visitante. El excobista Davis Rozitis está dando un auténtico recital en la pintura en esta segunda fase de competición. Tras un inicio titubeante en suelo catalán, el letón ha dado un paso adelante y está siendo el líder del equipo, bien acompañado por Biram Faye y en el puesto de "cuatro" por Robert Cosials, un jugador de la casa intenso y en franca progresión. En la zona exterior Ryan Logan y Gerard Sevillano aportan puntos y un punto más en cuanto velocidad de juego en el puesto de alero. Letal en el partido de la primera vuelta, Pep Busquets tendrá la diana en el pecho para ser frenado por la defensa cobista, en una plantilla que también tiene como apuesta de futuro al islandés Kari Jonsson o al ala pívot neerlandés Olaf Schaftenaar, hermano del veterano jugador del Canoe, Roeland. Por delante 40 minutos de gran exigencia con la lección aprendida del varapalo de la primera vuelta en el que el COB no fue capaz de competir contra un rival que, a priori, parte con cierta ventaja a la hora de conseguir el puesto por el ascenso, aunque con la plantilla del conjunto ourensano, nunca se sabe, cuestión de días.