Houston, tenemos un problema

Manjgafic choca con el muro ilerdense.(POL PUERTAS)
photo_camera Manjgafic choca con el muro ilerdense.(POL PUERTAS)

Y gordo. El uno, el tres y el cinco son la columna vertebral del baloncesto. Al COB le faltó ya el primero. Sin dirección, y no nos referimos a la que emana del banco, pues Félix Alonso lo intentó de todas la maneras: tiempos muertos, rotaciones... Solo le faltó marcarse un Ricardo Hevia cuando, el técnico asturiano, saltaba a la cancha en un desesperado intento por impedir el octavo triple de Darrell Amstrong -en aquel momento jugador del COB y máximo anotador de la ACB- sino a la actuación de los bases Chad Williams o Peciukevicius, presos de una falta de claridad en la elaboración que le llevaron a un cúmulo de imprecisiones. Libramos a Cera por ser el tercero, el más joven y a quien sus otros dos compañeros traspasaron la presión por su propia congoja cara el aro. Dudas en la gestión del juego que ya mostraron en un primer momento cuando el “infante” Willet, en su embrollo, o Manjgafic defendía con acierto el honor ourensano. Luego también Nogués. Ellos mantuvieron el marcador durante casi 20 minutos. A partir de ahi...

Por otra parte, lo que los rivales en la NBA dicen de Stephen Curry (Warriors) de que “está  por encima del resto y que su concurso debería estar o prohibido o limitado para igualar las condiciones de la competición” se lo podemos aplicar a quien defendiendo al Lleida va por encima del resto, Michael Carrera: rebotes, puntos y liderazgo. Ya nos hemos acostumbrado a que sus estadísticas vayan por encima del resto, de tal modo que el resto terminan por sumarse a la celebración.
Ojalá el COB sea capaz de soltar el lastre de la desconfianza que padece a domicilio. Debe entender que no puede permitirse errores como los cometidos ante Lleida. En este punto es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas pero sí para pensar y preocuparse. Ojalá este borrón no “sal-pique” para el futuro. Houston, tenemos un problema

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