Olumuyiwa, ala-pívot del Betis, anotó dos puntos que no deberían haber subido al marcador, a 50 segundos del final
Una vez más, y ya son varias esta temporada, el devenir final de un encuentro de la LEB Oro se vio marcado por un claro error arbitral que pudo haber decantado hacia el sentido contrario el choque entre el Real Betis y el Río Ourense Termal.
Con apenas 50 segundos por disputar y con el marcador favorable a los sevillanos por cuatro puntos (78-74), una jugada en la pintura de Babatunde Olumuyiwa junto al cobista Jhornan Zamora terminó en una canasta bajo el aro del jugador de Sierra Leona, a pesar de que había salido con ambos pies de la cancha.
El error, que podría ser asumible en una competición amateur, no solo es sangrante por la posición de uno de los colegiados, situado en la línea de fondo apenas a un metro de los dos jugadores y cuya función es controlar ese tipo de acciones, sino por las consecuencias en cuanto a marcador de un partido en el que el COB fue merecedor de más.
Los cuatro puntos de desventaja con 40 segundos y posesión a favor del equipo ourensano dejaron un poso amargo en el equipo, que considera que podría haber jugado sus opciones de otra forma en caso de haberse pitado la clara infracción.
Una situación, que al margen del perjuicio para los intereses del conjunto que dirige Gonzalo García de Vitoria (que se quejó ostensiblemente en el momento que se produjo la jugada a pesar de estar a bastantes metros de distancia), refleja la situación de una LEB Oro que ha subido a nivel competitivo (y de costes en cuanto a arbitrajes al añadir el tercer colegiado este curso), pero que en ciertos aspectos sigue teniendo puntos a mejorar.
