El COB ha dejado escapar dos partidos clave en la pelea por una plaza en el play off. Perdió en el Pazo ante Almansa y Oviedo y se queda sin margen de error en una pelea que corre riesgo de admitir más invitados si sigue fallando.
La victoria en Castellón minimiza daños, pero el COB lleva dos meses con la luz de alarma encendida, con dos victorias en ocho jornadas.
Los números hablan de un problema ofensivo y el análisis técnico lo amplía al defensivo.
"Ante el Oviedo encajamos 28 puntos de errores nuestros. De hacer mal cosas que teníamos preparadas", analiza Gonzalo García de Vitoria. Demasiado lastre en un partido igualado.
Además, faltan puntos. Los scouting funcionan y Darko Balaban, en la zona, y Connor Wood y Edu Martínez, en el perímetro, tiene defensas especiales para limitarlos. A los tiradores con cambio automáticos para que nunca salgan liberados. Al pívot castigándolo con contactos en cada movimiento para que llegue al poste bajo agotado y "aburrido" de recibir golpes.
El mal momento de confianza y de juego de Alfredo Ott condiciona el juego de un equipo sin generadores. El COB necesita un jugador que sea capaz de atacar a su pares y de generar ventajas. Si no lo consigue es muy fácil defenderlo y penaliza la anotación. Alvarado o Van Wijk puede ayudar a compensarlo, pero ninguno es un anotador. Pluta o Tshikaya puede hacer puntos, pero no son referencias de garantías.
El COB tiene fichas, pero no encajan en el puzzle. Suma por separado, pero la calculadora falla como equipo.
"No estamos evolucionando como deberíamos. Tenemos que evolucionar. La actitud es buena, pero hace falta más y eso supone que lo hagamos mejor los entrenadores y los jugadores", sentencia García de Vitoria.
