El próximo rival del Río Ourense Termal tiene en su equilibrio y en la capacidad para producir mucho en poco tiempo algunas de sus virtudes más destacadas
El Río Ourense Termal juega mañana en Lleida (21:00 horas) uno de esos partidos que valen doble. Casi triple. Con dos victorias de ventaja, el equipo ourensano podría dejar casi descartado a un rival directo en la lucha por el play off. Dos equipos parejos en potencial, similares en presupuesto y que comparten objetivo.
No será fácil para el COB ganar en una de las pistas que más presión ambiental meten de la liga y ante un rival con nivel confirmado para pelear con los mejores. El Lleida llegó a ser líder tras ganar seis de los siete primeros partidos. Desde entonces el balance es bastante más discreto.
Si para el COB es un partido importante para su rival sube dos peldaños. Clave para un Lleida que siempre compite, pero que ha perdido solvencia. Capaz de ganar por K.O. en el Barris Nord a equipos de la zona baja, pero que encadena seis derrotas consecutivas ante rivales del play off. Una más se antojaría complicada de digerir si se quiere mantener un objetivo ambicioso.
Tres ausencias
El Lleida tiene que añadir a la presión los problemas en la plantilla. A la baja, ya prolongada, de Fernando Sierra le tiene que sumar ahora la del internacional británico Josh Steel. Las ventajas FIBA lo dejan sin uno de los jugadores de rotación en el perímetro, aunque no parece determinante.
Más importancia podría tener la de Massine Fall. El pívot llevaba semanas con una fascitis plantar que en la última jornada le hizo abandonar el partido a poco de comenzar. El club le busca relevo en el mercado, pero parece complicado que llegue a tiempo. Fall no está descartado, pero si juega lo hará mermado y como rotación de urgencia.
Con todos esos hándicaps el COB se medirá a un rival muy exigente. Con plantilla y sobre todo con juego para ganar a cualquiera. Una defensa siempre fiable y jugadores con calidad en ataque en todas las posiciones.
El Lleida tiene además la virtud y el talento para caer en tromba. Un equipo capaz de conseguir parciales demoledores un poco tiempo. De resolver partidos en cuartos o mitades de un acierto exagerado. Complicado examen defensivo para un COB que ha dado muestras de debilidad en los últimos partidos.
Jugadores como Djuran, Quintela, Kyei o Turner tienen puntos y talento para ser determinantes. Feliú, Chapela, Stutz y Mbaye son más constantes. Una plantilla larga y equilibrada, sin dependencias ni jugadores imprescindibles. Un equipo que siempre juega bien y nunca defiende mal. Rival muy exigente para un COB fiable.
