ENTREVISTA

Luis Rodríguez y Benito Ramos, el Vademecum del COB

26-06-2015. Entrevista médicos del COB. José Paz
photo_camera Luis Rodríguez y Benito Ramos.

Desde hace dos décadas ambos son los médicos  de un equipo con el que han vivido la gloria de la ACB pero también la LEB Plata y sus miserias

El ambiente era impresionante, dos aficiones entregadas... según avanzaba el partido me convencí de que esto no iba a salir, que nos quedaríamos a las puertas. Pero ganamos. Observé a Benito, vi a Moncho celebrando... esa victoria nos compensó a los tres  tantos años de sufrimiento". Así narra  el cuarto partido del play off ante el Breogán ("el mejor momento de este año") Luis Rodríguez, médico del COB junto a Benito Ramos y únicos actores presentes, junto al propio Moncho, en toda la historia moderna del equipo.


La trayectoria cobista del utillero parte en la 89-90, y los dos médicos, cuatro años más tarde. La temporada de los Jackson Five. "Imagínate  lo que supuso para nosotros, que estabamos terminando la especialidad, entrar en el vestuario de un equipo de élite", destaca Ramos, que viajó con el equipo a la Copa en Córdoba: "Pasé tres días haciéndome fotos con todos. Villacampa, Jofresa... estuve más tiempo con ellos que atendiendo a los míos...". "En unos meses pasé de ser abonado a estar al lado de Sabonis, Epi, Chechu Biriukov... la verdad es que fueron años de gloria para el club", recoge ahora el hilo Luis Rodríguez describiendo los días de vino y rosas del COB.


Pero esas jornadas se marchitaron, y llegó  la travesía del desierto, que ellos vivieron en primera persona, viendo desfilar a un puñado de presidentes, decenas de entrenadores y centenares de jugadores. Años malos, o muy malos, que se llegaban abrir con la incógnita de si el equipo seguiría. "Cuando te decías, peor que este verano ya no va a ser, llegaba el siguiente y era todo aún más complicado", recuerda Rodríguez sobre esos momentos de fragilidad institucional.

Veranos complicados
Problemas en los despachos que tenían eco en la pista. "Ni nos acordábamos del nombre de la categoría en la que estaba el COB, que jugaba contra equipos de los que nunca habíamos escuchado hablar. Recuerdo un partido contra el Archena. Estábamos sentados Moncho, Luis y yo, y les aposté a que había más gente en esos momentos viendo el cadete de Maristas que en nuestro partido. Muy triste. Pero esos recuerdos no se deben borrar, hay que tenerlos presentes", rememora Ramos sobre una época que se iniciaría  en otoño del 2000, tras la fractura de un dedo de la mano.


"Lo tengo clarísimo. El pozo del COB empezó ahí. El equipo había subido con Valdeolmillos, un grupo fantástico, con muchas similitudes con el de ahora. Pero Brown, la estrella, se rompió un dedo en un entrenamiento.Una fractura de mierda, muy pequeña. Le dije que en un par de semanas estaría listo. Pero él no se fiaba de mí, y quería ir a EE.UU. El entrenador defendió mi postura. Se generó un conflicto tremendo y todo se acabó yendo al garete. Un puto desastre", señala Benito Ramos sobre, para él, uno de "los episodios negros" del COB, en un ránking que también acogería episodios como el play off de  Cáceres: "Fue nuestro primer descenso, tras un año terrible en el que pasaron como unos quince americanos. Alguno yo creo que ni sabía jugar. ¡Tuvimos hasta un bizco! Sus lanzamientos ni rozaban aro. Aquello había sido tremendo. Yo había avisado ya en el reconocimiento que era imposible que pudiese tirar bien, pero me respondieron diciendo que tenían un scouting buenísimo suyo".

La medicina y el humanismo
Precisamente eso, el factor humano y su importancia en el trabajo médico, es otra de las cosas que ambos ponen encima de la mesa. "Acabas conviviendo con entrenador, jugadores... te sientes muy involucrado, y conoces a gente excepcional, como Bernabé, Sony...", explica Rodríguez antes de que se sume Ramos: "En esta pretemporada, llegó Rejón a la clínica sangrando por la nariz. Tras detenerle la hemorrogia, le hice unas pruebas, y vi cómo tenía una fractura importante. Pero antes de que pudiese decirle nada, ya me soltó que se imaginaba que tenía roto, pero que le estaban esperando para entrenar. Así que cogió las cosas y se fue al pabellón".


Esta dinámica, "de querer jugar siempre, de sumar al grupo", fue el denominador común del vestuario en una temporada que se cerró con un ascenso que ahora, según Benito Ramos, toca defender ("Ourense necesita referentes"), en lo que para el equipo médico será su vigésimo segunda temporada. "Todos los años hablamos lo mismo, llega el conflicto con nuestras mujeres... pero al final nos pica el gusanillo. Mientras que seamos útiles y nos veamos capaces, estaremos ahí".

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