La reducción de los costes para ascender a la ACB ha aumentado el nivel de una liga con plantillas imponentes como Breogán, Melilla, Palencia, Coruña o Manresa
El COB afronta desde el sábado su sexta temporada consecutiva en la LEB Oro. Lo que hasta hace no mucho sonaba ya a premio sabe a poco para un club asentado entre los mejores y capaz de firmar tres presencias consecutivas en los play off de ascenso y culminar uno de ellos con éxito.
La mejor virtud del club presidido por Camilo Álvarez es ser capaz de rendir mucho con muy poco. Esta temporada le costará más todavía. El COB disputará la mejor LEB Oro en muchas temporadas, con la presencia de clubes lanzados sin ocultarse a por el anhelado ascenso a la LigaACB.
Breogán, Manresa, Melilla, Palencia o Palma han hecho desembolsos impensables en el Pazo y configurado plantillas de garantías para aspirar al premio gordo. Clubes que reconocen que el objetivo es el ascenso, pero preocupados por iniciar la liga sin saber todavía cuantas plazas lo concederán allá por el mes de mayo o junio.
Las negociaciones a tres bandas entre la FEB, la ACB y el CSD dieron frutos reduciendo notablemente los requisitos para hacer efectivo en los despachos lo que los clubes consigan en la pista. El Burgos fue el primero en beneficiarse de ello y el encargado de derribar un muro con el que se estrellaron antes clubes como el COB.
Ahora falta cerrar el acuerdo clave, el que garantice la supervivencia de las ligas nacionales. La ACB aspira a una liga con solo 16 equipos y el camino para conseguir quiere que sea a costa de los de la LEB Oro. Un solo ascenso por temporada no es aceptable.
¿Cuál es el equipo malo?
El crecimiento de la liga es indiscutible, incluso tras la marcha de un Betis que ya se intuía dominante antes de empezar a jugar.
Sin el equipo sevillano, el otro recién descendido, el Manresa, está obligado pelear por el ascenso. Tiene plantilla para hacerlo, pero de antemano no parece suficiente para ser claramente favorito. Breogán o Melilla también tienen equipo para ser campeones. Los lucenses han vuelto a romper la hucha para conseguir por fin un sueño que cada año acaba en pesadilla. Los norteafricanos tienen cada año un millón de euros al que recurrir para fichar a capricho.
Pero hay más equipos con nivel para estar en ese furgón. Palencia es un habitual entre los mejores; Palma tiene una plantilla larga, equilibrada y con experiencia; el Básquet Coruña confía en Gustavo Aranzana y en un juego interior dominante para marcar diferencias; Oviedo no ha dejado de crecer desde que está en la LEB Oro; Lleida tiene calidad para hacer destrozos ante cualquiera y Castellón quizá esté obligado por primera vez a ser equipo de play off.
Y a mayores, las sorpresas que surjan. Ahí es dónde tiene que estar el COB. Con un presupuesto mínimo debe asimilar que el primer paso ha de ser garantizar la permanencia. Y luego lo que venga. Discurso similar al que tendrán equipos como el Huesca, el Rioja, o el Cáceres.
Una liga en la que Araberri vuelve a ser una incógnita, el filial del Barcelona siempre lo es, el Prat, más de los mismo, tenga o no relación con el Joventut y los recién ascendidos llegan con un impulso positivo que seguro les hará competir con garantías desde la primera jornada.
Un LEB Oro para volver a presumir y a la que solo le falta que quienes la dirigen lo hagan con la misma ilusión y valentía que tienen sus equipos. Una Liga que si recupera un tránsito fluido con la ACB volverá a ser muy pronto una de las mejores competiciones de Europa.
