LEB ORO

Muratovic y Masters, sus turnos

Muratovic y Masters, decisivos ante el Barça B de Ocampo.
photo_camera Muratovic y Masters, decisivos ante el Barça B de Ocampo (JOSÉ PAZ).

El COB salvó un partido muy complicado contra un peleón filial del Fútbol Club Barcelona, gracias al aporte de dos de sus jugadores de rotación 

Lo normal, cuando trabajas fuera de Ourense y regresas a tu ciudad natal es visitar a la familia, comer, salir de vinos con los amigos, comer, comprar algún regalo, comer, dar un paseo por la calle del Paseo y comer más. Hasta reventar.

Pero el entrenador del equipo filial del FC Barcelona y único ourensano en dirigir un club ACB en los últimos años, Diego Ocampo, llegó al Paco Paz dispuesto a ganar el partido. ¡Qué desfachatez! Como si los grelos, la empanada, el pulpo, el marisco y la tarta de castañas no fuesen suficiente premio a una breve visita a la madre patria.

Estuvo muy cerca de lograrlo. Su equipo se encuentra en los últimos puestos de la liga, pero no será por el empeño y juego desarrollado ante un COB en aparente resaca, que tardó 32 minutos en reaccionar y encontrar el camino, bastante pedregoso, hacia la victoria.

El filial del Barcelona cuajó una primera parte sensacional, al nivel o mejor que la del primer equipo, con un ritmo de juego vertiginoso, rápido movimiento de balón, intensidad defensiva rozando siempre la falta personal y un magnífico acierto. 70 por ciento en los lanzamientos de dos y 50 en los triples.

El COB se vio sorprendido desde el comienzo. Sigue esperando a Pepo Vidal en el Pazo, quien parece acusar la cuesta de enero. Fue incapaz de encontrar buenas posiciones de tiro, de correr en ataque, de meter balones cerca del aro, en gran parte por la agresividad del Barça. Por momentos, pareció quedarse en una esquina. Encajando todos los golpes. Mal protegido y sin opción a réplica.


La respuesta, del banquillo


La táctica no podía ser esperar a que el joven púgil se fatigase de tanto zurrar, porque el Barça contaba con rotaciones continuas y no se resintió al comienzo de la segunda parte. Hacía falta una respuesta. ¿Pero de quién? ¿Pepo? Errante. ¿Rozitis? Desapercibido ¿Van Wijk? Cargado de faltas. ¿Watson? Sin balones. ¿Zamora? Con los árbitros. Demasiada carga para Ott, que ya había pintado un montón de láminas durante la semana.

Un paso al frente, señores Muratovic y Masters. El bosnio con pinta de despistado jugó tres minutos en la primera parte. En la segunda enlazó 15 puntos casi seguidos, todos en momentos comprometidos y vitales para el COB. Su especialidad es el triple y colgarse con la izquierda. No desperdicien su habilidad en el rebote ofensivo.

El base con pasaporte jamaicano es una mezcla entre un espartano de Leónidas y un kamikaze japonés. Es valiente hasta la temeridad. Lo cual significa que puede anotar una canasta metiendo cuerpo -que ya es decir- contra los 2.15 metros de Diagne o tragarse varios tapones por emborracharse de balón y forzar acciones imposibles.

Un tipo de base que puede solucionarte un partido cuando el titular no está en su mejor momento, porque además estimula al resto de compañeros -Zamora y Rozitis se añadieron en el último cuarto- y levanta al público. Gusta y se gusta.

El Barça llegó a desquiciar a las referencias del COB, pero no contó con estos dos jugadores de rotación, a los que podría añadirse Andrezj Pluta. Menos vistoso pero muy útil durante el partido.

Ocampo perdió. Suponemos que, al menos, se llevó a Barcelona la maleta llena de "xantares galegos". Así se pasa mejor la morriña.


El detalle


Que el escolta del COB Alfredo Ott es un artista es evidente. Sus acciones en la pista, sus fintas, suspensiones, penetraciones, pases, defensa, son un poema en movimiento. Por si hubiese duda, el jugador expuso una serie de láminas, Puente Romano y del Milenio incluidos, en una de las entradas del Paco Paz. Contra el Barça, Ott fue el sustento del COB en la primera parte. Este fichaje pinta muy bien.

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