El COB regresa al Pazo para despedir la primera vuelta y decidir qué rumbo tomará esta temporada. Recibe al Lleida en un partido que simplificará casi definitivamente el camino a la permanencia en caso de victoria, pero que emborronaría notablemente lo conseguido hasta ahora si no es capaz de sacarlo adelante.
Sensaciones y situación antagónica en función de un marcador. De romper una racha de cuatro derrotas consecutivas y dejar los puestos de descenso a cuatro partidos o prolongar la "crisis" de resultados y quedarse con un colchón de solo dos. Diferencia abismal entre el confort y la ilusión o los agobios y la presión.
Su rival lo tiene más sencillo. El inicio de liga lo ancla a una zona baja más peligrosa todavía cuando no se esperaba, cuando el objetivo era otro.
El Lleida tiene plantilla para mucho más. Con más experiencia, relevos y físico que la del COB, pero demasiado irregular y blando mentalmente hasta hace tres semanas. El cambio de entrenador hizo borrón y cuenta nueva en un equipo ahora sí competitivo.
La victoria ante el Palma y el partido que jugó contra el Breogán confirman el cambio de dinámica y de estilo. Gustavo Aranzana ha dado todos los galones a Chapela en el puesto de base y confianza a Santa Ana para aportar los puntos en el perímetro que han generado un equilibrio imprescindible para competir. Dentro Stutz, Cleare y Mbaye garantizan puntos y rebote. Si regresa Martí sería una rotación más de calidad para un Lleida que presume donde más carencias tiene el COB.
El rebote defensivo lleva subrayado en la pizarra del vestuario del Pazo desde hace semanas. Clave una vez más. Vital para no regalar posesiones en un partido que debería ser igualado y también para poder correr. Pero sobre todo para no generar dudas.
Lo demás es lo de siempre. Depender del porcentaje de acierto de los exteriores y encomendarse a la "Tabla del 2" de Darko Balaban. Jugar con el criterio de siempre, pero confiar en tener algo más de acierto y regalar menos que en los últimos partidos. Por ahí pasará ganar un partido clave.
Pazo, 21:00 horas.
