El encuentro ofreció todo tipo de emociones a los 3,500 espectadores que se citaron en la lluviosa noche del viernes en la cancha ourensana.
El baloncesto es casi siempre agradecido en el esfuerzo y el trabajo colectivo.
El encuentro de ayer en el Pazo fue de esos que desearías que no terminasen nunca. Un espectáculo de hora y media de duración que además de dejar una victoria, ofreció todo tipo de emociones a los 3,500 espectadores que se citaron en la lluviosa noche del viernes en la cancha ourensana.
Como si de un combate de boxeo se tratase, el reparto de puntos (nunca mejor dicho) dio la victoria al COB en una segunda mitad de esas de película norteamericana de equipos que saben salir de los malos momentos para triunfar.
Esa es la historia del Río Ourense Termal esta temporada, la de un equipo que desde el fango renació para ser lo que es hoy, un club lleno de luchadores y que se merecen más.
Quizá el play off es una quimera, pero con la permanencia en la mano y tres partidos por disputar, ¿por qué no soñar con alargar la película?
